domingo, 22 de mayo de 2022

La vida está en otra parte

 


Mi relación con el frío no es buena. Me desagradan las bajas temperaturas. Hoy en día el frío hace que me duela la piel. Lo bueno, creo, es que me induce a escribir. La idea de que hay un lugar en donde nos espera un mejor porvenir es un pensamiento clásico de esperanza. Así como existe la creencia de que todo tiempo pasado fue mejor, la naturaleza humana tiende a hacernos algunas trampas mentales. Si nos descuidamos terminamos enredados en el pesimismo, destino al cual pareciera conducir la mayoría de los caminos. De la propensión a creer que hay un lugar en donde podíamos ser feliz se ha alimentado en el imaginario colectivo la idea del paraíso terrenal. Las ideas se sobreponen a la realidad.

Historias de los conejos malos

Mi relación con el calor siempre ha sido buena. El calor también me induce a escribir, lo que cambia es el estado mental acerca de lo que se escribe. Cuando un cantante decadente es idolatrado por las masas al punto de volverse el principal referente cultural de una época, hay que prestarle atención. El estercolero de lo humano tiende a comportarse de manera fantástica independientemente de que no compartamos los gustos de los demás.  En ocasiones, necesitamos negar cosas de la realidad para poder llevar la fiesta en paz. La negación, el mirar a otro lado frente al horror y tratar de ocultar el lado difícil de la vida son tan útiles y necesarios como cultivar la alegría y el placer. Lo banal es tan trascendente como los espacios que idealizamos. En el ejercicio de tratar de desenredar la existencia podemos encontrar muchas tensiones. El pensamiento acerca de la existencia todavía tiene espacio para una persona de la contemporaneidad, lo cual potencialmente puede explicar las razones por las cuales la filosofía, una vez más, se encuentra ante fuego cruzado. Pensar siempre puede ser visto como una potencial amenaza.

Negación total

Reconozco que mi relación con el frío fluctúa. Hasta hace poco me duchaba con agua helada al despertar. En ocasiones, necesitamos negar cosas de la realidad para poder llevar la fiesta en paz. La negación, el mirar a otro lado frente al horror y tratar de ocultar el lado difícil de la vida son tan útiles y necesarios como cultivar la alegría y el placer. Lo banal es tan trascendente como aquellas cosas que le damos carácter de valor. Se puede reír y llorar. Humanamente no podemos asimilar tanta información que nos circunda, por lo que la solución termina siendo no verla. Tan simple como eso. De ahí surge el pleno derecho a ser ingenuo y la candidez se aprecia enormemente. La idea de un mundo en el cual hay más trampas que ratones se asemeja a la de los hombres de la edad media que pensaban que la vida es un valle de lágrimas. Para sobrellevar el plato fuerte es imprescindible poder negar la realidad.  

Ontología cotidiana

Calor y frío. Cuando la persona intenta realizar una búsqueda intelectual para darle sentido a la existencia, está desarrollando el pensamiento en su máxima expresión. Al tratar de hallarle sentido a la vida, estructurarla en una dimensión medianamente creíble y al argumentar sobre los alcances de esta manera de pensar, se está haciendo filosofía. La razón no nos es propia por cuanto somo seres argumentativos y no racionales. Lo argumentativo trata de generar tranquilidad y a través de lo discursivo vamos desarrollando aquellas cosas en las cuales creemos y las contextualizamos. La razón, en cambio, tiene que ver con la búsqueda de la verdad. La razón también tiene que ver con entender que en muchas ocasiones la verdad nos va a ser esquiva. En lo que sí coinciden lo argumentativo y lo racional, es que, en medio de sus limitaciones, el discurso humano tiende a lo especulativo. Es muy difícil pensar sin especular. De ahí que, si bien podemos llegar o no a ser argumentativos o racionales, siempre la cualidad de la especulación va a estar presente en lo humano. Me alegra que Milan Kundera, a propósito de que “la vida está en otra parte”, se explaya al menos en un par de sus libros sobre el tema. Es ante este tipo de ideas cuando la relación entre frío y calor parecieran lograr cierto equilibrio. 


Publicado en el diario El Universal de Venezuela el 24 de mayo de 2022.

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