jueves, 12 de mayo de 2022

Crónicas sureñas: La Argentina


Sería interminable escribir acerca de las impresiones que genera La Argentina. Lo primero es el impacto que produce Buenos Aires, que lejos de parecer una ciudad europea es un excepcional collage de buen gusto en donde lo mejor del viejo mundo se fusiona a un nivel alucinante. La belleza de la ciudad se encuentra con facilidad en cada esquina, incluso en lugares insospechados y la energía propia de América Latina late como un corazón acelerado por las pasiones. Un país que literalmente fue hecho por todas las culturas de todos los confines. La policromía étnica y la multiculturalidad marcan a la nación del sur.

Invirtiendo el tiempo

Un buen ojo de bife con Malbec de Mendoza y dulce de leche de postre. Infinidad de buenos cafés en donde se le puede pasar a uno la vida entera leyendo o conversando con una buena compañía. Librerías en donde no sabemos dónde colocar el ojo, si en los libros o en la excepcional arquitectura del local. Es que sinceramente Buenos Aires no tiene comparación porque es un derroche concentrado de buen gusto en donde las leyendas urbanas y las consejas populares superan por mil cualquier intento que hagamos para atrapar la realidad. En Buenos Aires desborda el regocijo y la belleza femenina, que con su altivez y buen vestir nos vuelven a recordar que siempre hay espacio para soñar.

Taxistas y locuacidades

Tal vez si los taxistas no hablasen tanto, la ciudad sería mejor. Cuando me monto en un taxi valoro mucho el silencio del conductor. No me gusta escuchar las sandeces que sueles decir los taxistas, que generalmente son personas de poca cultura que opinan sobre cualquier cosa. Son los sofistas de nuestro tiempo, a quienes no me gusta darle espacio para que desarrollen las cosas que se les ocurren. En Buenos Aires, el taxista que escupe banalidades y habla sobre tonterías que no conoce es el mismo que en New York, con la diferencia que no para de hablar. Parecieran haber salido de la cámara de los tormentos en donde estuvieron encerrados por mil años y necesitan hablar cualquier tontería. A mi juicio, es tan reprochable la cháchara y lo deslenguado de estas personas como quien se presta a seguirles lo que dicen. De mi parte impera el silencio mientras me sumerjo en la lectura de un libro. El bla bla bla no para.

La riqueza de las naciones

Adam Smith se hubiese quedado paralizado ante las infinitas necedades que se han experimentado en La Argentina para controvertir la naturaleza de la economía. Es un tema que tiene enorme interés para cualquier pensador porque de alguna manera, en un solo país, se concentran todos los yerros que se pueden cometer en materia económica. Los argentinos han vivido y sobrevivido a los más rancios experimentos en materia económica, en donde el populismo ha hecho descomunales esfuerzos por mantenerse en el poder al precio de generar más pobreza. Es un país en donde han ido de la mano la corrección en materia de liderazgo a la par del desafuero.

Borges y Perón

Hay elementos atinentes a la cultura que van creando una identidad que permite que la misma adquiera una forma. Esos elementos están muy marcados en el país del sur de Suramérica, en donde las antípodas van de la mano y Borges o Perón son partes de esa identidad. Lo más excelso del elitismo a la par de lo populachero. De eso trata esa identidad tan particular. El arte está en todas partes y saberlo apreciar es un regalo que ofrece la nación. El fútbol, con sus hombres héroes y dioses es el bálsamo que permite demostrar la exaltación de las pasiones y cohesiona el alma de un país, como un gran bloque en donde triunfa la alegría y la esperanza es la bandera con la que se levanta cada ciudadano. Voy por un mate. 

 

Publicado en el diario El Universal de Venezuela el 03 de mayo de 2022. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario