lunes, 28 de marzo de 2016

LUIGI DI BIASE: El futuro de Venezuela

LUIGI DI BIASE

CONCURSO ARTÍCULO DE PRENSA

PARA ESTUDIANTES ULA


Nos vemos obligados una vez más a preguntarnos qué futuro nos depara. Realmente es casi imposible predecir, con un grado de confianza suficiente, lo que la vida nos ha de poner en el camino. El futuro es probabilístico, es incierto, y depende de muchos factores dinámicos que pueden modificarlo; he allí la dificultad en su predictibilidad. Sin embargo ¿realmente estamos preocupados por nuestro futuro?

Durante mucho tiempo, la sociedad venezolana decidió aceptar soluciones cortoplacistas a los problemas que la agobiaban; esas soluciones ilusorias y transitorias, eran más fáciles, requerían de menos esfuerzos y sacrificios que un verdadero cambio en la estructura social que condujera a una resolución de los conflictos de manera duradera. Los acontecimientos históricos de Venezuela, desde los tiempos en que era Capitanía General, pasando por la consolidación de la República y llegando a nuestros días, han sido escritos con sangre. Guerra de Independencia, Guerra Federal, guerra entre caudillos locales, tensiones sociales, Golpes de Estado y revoluciones demagógicas. La ausencia de una estabilidad institucional, de reglas del juego claras, ha sido determinante.

No existe futuro sin presente. Es en el día a día donde se construye el futuro. Hoy se piensa en futuro porque es evidente el empobrecimiento masivo que ha llevado a la decadencia a nuestro sistema de convivencia, donde opera la ley del más fuerte o simplemente ninguna ley, ni hay respeto por la misma vida. Pero la pobreza es la ausencia de capacidades con las que una persona puede cubrir las necesidades humanas fundamentales. No se deja de ser pobre cuando se tiene que comer o donde dormir hoy, se deja de ser pobre cuando se tiene la capacidad para suplir por sí mismo esas necesidades y esto solo se logra con trabajo duro.

Los problemas de Venezuela hoy no es que haya escasez de alimentos o medicamentos, inflación o delincuencia. El problema esencial que afronta, no la patria o la nación, sino la sociedad venezolana, es la incapacidad de actuar en contra de lo que ha provocado todo esto. La pasividad con la que se ha permitido que el populismo, el clientelismo y cualquier otra forma de corrupción que quiera mencionarse, haya casi desaparecido los principios de Libertad y Justicia, imprescindibles para un régimen democrático, es el verdadero problema.

El futuro se construye en el presente, con nuestros actos. Si cambiamos nuestra actuación de hoy, cambiaremos seguramente nuestro futuro.

 

Luigi Di Biase es estudiante de Economía y Estadística

 

Twitter: @Luigidibiase

 

EL JURADO DECIDIÓ LA PUBLICACIÓN DE ESTE TEXTO 

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