miércoles, 28 de enero de 2015

Apenas doce razones para tomar vino


Cuando el tío Luigi llegó a El Tocuyo, lo primero que se planteó fue cómo sembrar un viñedo para producir uno de los primeros vinos de su generación en nuestras tierras. Proveniente del sur de Italia, no podía concebir la vida sin vino.

De sus primeros años de esfuerzo, logró comprarse unas tierras y plantar su propia vid. A todos los primos nos daban vino para ir la escuela desde que teníamos tres años de edad. Así lográbamos sobresalir en los estudios y permanecer animosos durante las mañanas.

Al más puro y tradicional estilo griego, durante toda mi infancia y en compañía de mis familiares, participé semidesnudo y a pie descalzo en la producción del vino. Creo que algo de experiencia tengo en materia de vinos. Esa tradición ha permanecido en nuestras costumbres y solemos tomar vino y  disfrutarlo a su máxima plenitud.

Hace pocos días, una destacada periodista me hizo una entrevista para que le hablara sobre el vino. Un tema que no sólo me apasiona sino que me embriaga de emoción. Me parece que existe al menos  una docena de razones para tomar vino entre las cuales cabe destacar:

1)    Es un alimento.
2)    Da placer gastronómico.
3)    Es calórico y protege de enfermedades.
4)    Plantea un sentido estético en relación a  la manera de alimentarse y vincularse.
5)    Aumenta la hilaridad del discurso en las comidas. Se aprende cuando se come.
6)    Símbolo de poder.
7)    La vid. Trabajo del hombre. El viñedo es una forma de corroborar el derecho a la propiedad privada.
8)    Permite una mayor socialización.
9)    El viñedo es símbolo de  buen trabajo. Materializa la idea de calidad.
10) Es castigo divino, por ser producto del trabajo. Paradójicamente es placentero. Genera goce.
11) Mejora el acto amatorio y facilita la seducción. Es afrodisíaco”.
12) Induce la competitividad, dado que el mejor vino es el propio… fatto in casa.

En fin, un conjunto de razones para convertirse en un placer como pocos. Recordando siempre que “LOS PLACERES COMPARTIDOS SON DOBLEMENTE PLACENTEROS”.


4 comentarios:

  1. El vino calma y alivia el dolor. Su alto contenido en resveratrol, hace que tenga un efecto analgésico similar a la aspirina.

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  2. Acoto; la transformación del agua en vino (en segundos), primer milagro en la vida pública de Nuestro Señor JesuCristo.

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  3. Concuerdo que el compartir un placer nos lleva a reaccionar de diferentes maneras: la primera es la emoción si nos preguntan ¿que te gusta hacer? de forma inmediata nuestro rostro cambia marcándose una sonrisa que va de oreja a oreja, segundo se siente la pasión al hablar y se dan datos curiosos para que también sepan lo que se ha descubierto y tercero se pierde la noción del tiempo; agrego que no me gusta el Vino tinto pero si el Vino blanco.

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