lunes, 21 de noviembre de 2022

Ciclo vital y muerte

 


El nacimiento y la muerte son procesos naturales, considerados tradicionalmente como el comienzo y final de la vida, pero su impacto psicológico y su significado personal varían sobremanera.  El nacimiento se espera con emoción y optimismo, pero casi siempre se evita la muerte, incluso cuando se cree en el más allá.

El Mundo Occidental, tecnológico y orientado a la juventud, tiene el curioso hábito de negar y evitar la muerte al mismo tiempo que muestra una extraña preocupación por ella; sobre todo en los medios masivos, aunque en éstos podemos desligarnos de ella y pocas veces pensemos que nos ocurrirá a nosotros. Creemos que los asesinatos y los accidentes fatales sólo les suceden a los otros.

En periodos anteriores de la historia, la muerte era un acontecimiento familiar. En general, tenía lugar en casa, en presencia de los pacientes que cuidaban al moribundo hasta el final. Incluso después del fallecimiento, los detalles de preparar el cadáver para el funeral eran un asunto familiar y comunitario.

En cambio, en el siglo XXI, hemos convertido la muerte en una especie de “maravilla tecnológica”. En el hospital, el personal médico atiende sus necesidades y los parientes se limitan a estar presentes. En muchos sectores de la sociedad occidental, los empresarios de pompas fúnebres preparan el cadáver para los ritos finales y el entierro; y el cuerpo se vela en una funeraria. En general, se limita mucho el contacto con el moribundo antes y después del deceso. De ahí que algunos señalan que vivimos en la era de la “muerte invisible”.

la negación es un mecanismo de defensa muy común para afrontar el estrés – simplemente nos negamos a ver la realidad o nos negamos a aceptarla -, pero puede resultar contraproducente. Afrontar de manera activa la muerte significa tomar las precauciones realistas respecto de los peligros de la vida sin limitarnos de manera innecesaria. Hemos de aceptar las limitaciones de la vida y nuestra vulnerabilidad, aunque estemos rodeados por imágenes violentas e irreales.

A medida que envejecemos o nos enfermamos, nos damos cuenta de que la muerte no es un hecho distante y su inminencia cruza nuestra mente cada vez con mayor frecuencia.  Los jóvenes pueden darse el lujo de desechar estos pensamientos, pero son inevitables en la enfermedad o en la vejez.  ¿Cómo reacciona la gente ante esta etapa final del desarrollo? Muchos pasan por etapas ordenadas de ajuste que al final abarcan la aceptación.

Etapas De Ajuste: Elisabeth Kübler-Ross (1969) fue una de las primeras en estudiar a fondo los temas de la muerte y la fase terminal. Se concentró en la situación relativamente breve en que la muerte se convierte en una posibilidad inmediata; por ejemplo, cuando a alguien se le diagnostica un cáncer terminal u otra enfermedad que pronto será mortal. A través de entrevistas exhaustivas con estas personas, identificó cinco etapas en el proceso de ajuste a la idea de la muerte: negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación.

·        En la etapa de NEGACIÓN, la persona rechaza la posibilidad de fallecer y busca otras opiniones y diagnósticos más favorables.

·        Una vez que comprende que va a morir, siente cólera, resentimiento y envidia. Es la etapa de la IRA. Siente frustración de no poder realizar sus planes ni sus sueños.

·        En la etapa de NEGOCIACIÓN busca formas de ganar tiempo, haciendo promesas y negociando con su Dios, con los médicos, las enfermeras u otras personas para alargar la vida, para aliviar el dolor y el sufrimiento.

·        Puede sobrevenir la impotencia o la desesperación cuando fracasa la negociación o se acaba el tiempo. En la etapa de DEPRESIÓN el paciente llora las pérdidas que ya ocurrieron, la muerte y la separación inminentes de su familia y de los amigos.

·        En la etapa final de ACEPTACIÓN se resigna y se espera la muerte con serenidad.

Las etapas que describe ELISABETH KÜBLER-ROSS pese a que NO SON UNIVERSALES, nos ayudan a entender los sentimientos de quienes están a punto de morir.

Cualquiera que sea el trasfondo cultural, la idea de muerte y sus perspectivas a menudo imprimen un significado nuevo a la vida del individuo y de la comunidad.   Ante la muerte, reconsideramos nuestras prioridades y nuestros valores cuando tratamos de interpretar nuestra propia vida. La muerte del líder de una comunidad o de una figura pública, depura los valores individuales y comunitarios.  Con todo, las muertes más comunes a menudo contribuyen de igual manera a definir el significado del valor, la lealtad, la bondad y la virtud en una forma personal y duradera.

Independientemente de sus circunstancias, la muerte forma parte de la naturaleza. Es innegable y definitiva. Afecta a los miembros de todas las especies. Siempre se debatirá lo que está más allá de la muerte para cada uno de nosotros y probablemente la ciencia nunca nos lo revele; pero lo que está más allá para el Homo sapiens es una nueva vida para el que vendrá después.

 

Publicado en varios medios de comunicación a partir del 21 de noviembre de 2021, incluyendo el diario El Universal de Venezuela (22-11-2022).

 

El texto original aparece en el libro de mi autoría Los cambios psicológicos. Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes, Venezuela. 2013.


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