Mientras estudiaba y luego de
haberme graduado de médico, he cultivado la amistad con un buen grupo de
talentosos colegas amantes de las humanidades. Este punto de encuentro con
quienes comparto vocaciones ha sido de gran valor y desarrollo propio al punto
de que lo considero una burbuja. La burbuja en la cual habita buena parte de lo
que soy como persona. Una burbuja que me permite moverme de uno a otro mundo y
también estar simultáneamente en ambos.
Humanistas y escritores
Algunos de estos compañeros de
viaje, además de ser estudiosos de disciplinas humanísticas, también escriben,
por lo que los intereses comunes no solo parten de la posibilidad de ampliar
nuestra mirada hacia lo universal, sino que además aterrizamos en el terreno de
plasmar aquellas cosas que vamos pensando y creando. Escribir nos lleva a expresar públicamente lo
que tenemos en mente, lo cual conduce al difícil espacio de la exposición
pública. Cuando un texto o trabajo sale de nuestra creatividad y es mostrado a
los demás, de alguna manera el texto ya no nos pertenece. De ahí que regodearse
en relación con lo que vamos escribiendo y publicando solo tiene sentido si es
para seguir escribiendo y publicando, como cuando se construye una edificación
y se va colocando bloque sobre bloque y piso sobre piso. Se escribe para seguir
escribiendo.
Médico y literato
No son pocos los médicos que
han dedicado buena parte de su vida a escribir. Los ejemplos no solo abundan,
sino que tal vez el estar marcados por una forma de conceptuar la vida, que es
propia del médico, se va generando un tipo de creatividad que tiene sus
singularidades. El escrutar lo humano en todas sus dimensiones, en particular
desde la enfermedad y los elementos que la trascienden, puede generar una forma
muy particular de concebir la realidad. A la par de cada acto médico existe una
posible historia por contar, lo cual puede ser posible si se cuenta con los
recursos literarios para hacerlo. Existen muchas historias contadas, existen
muchas historias bien contadas, pero una historia excepcionalmente contada es
inusual y tiende a sorprender. En eso va el arte de quien cuenta aquello que
vive y experimenta de manera única. La medicina suele ser agua para el molino
del cual se va nutriendo el que trata de darle mayor sentido a las vivencias a
través de la palabra escrita.
Humanistas y cirugías
No son pocos los médicos que
han dedicado buena parte de su vida a filosofar. Filosofar sobre el quehacer es
de una gran riqueza, porque se filosofa sobre algo concreto. De ahí que quienes
tenemos un oficio previo a haber estudiado filosofía, desarrollamos con
frecuencia una propensión a hacer cosas tangibles y de exponer nuestras ideas
desde un plano más operativo. Quien parte de la medicina para cultivar las
ideas propias del hombre de pensamiento, va a tener una extraordinaria raíz de
dónde han de surgir sus interpretaciones de cuanto acontece porque la vida y la
muerte están presentes en cada acto médico. Esa vivencia, que cunde hacia lo
que vamos estudiando y creando termina por configurar una manera de pensar que
además de poseer abstracción, tiene cierta tendencia a poner los pies en la tierra.
Nuevamente la medicina es agua para el molino de quien se dedica a la
filosofía.
Burbuja en dos direcciones
La burbuja resulta que es
bidireccional. Por un lado, están las inmaculadas ideas y la creación como un
acto artístico. Por otro está la realidad del día a día, con sus pesados
desafíos y el enfrentarnos cara a cara con lo peor de lo humano. La monstruosidad
a la par de la elevada posibilidad creativa. He escuchado tantas, pero tantas
historias, que las mismas no se pueden recrear porque no son creíbles. Por eso
la expresión literaria se ve forzada a minimizar la excesiva fuerza de lo real
para atenuarlo a través de las palabras y la gracia de la escritura en buen
tono. Cada vez que miro para atrás y veo lo que ha sido mi vida, no puedo sino
agradecer. Con mucho afecto y admiración a quienes desde el desafío médico
compartimos la fascinación por las humanidades y todas sus maravillosas
disciplinas.
Publicado en el diario El Universal de Venezuela el 14 de junio de 2022.
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