lunes, 19 de junio de 2023

Respuestas sin preguntas

 


Hay más respuestas sin preguntas que preguntas sin respuestas. Condicionados a tener que ver solo lo aparente, muchas veces perdemos de vista la parte más importante de cuanto nos pasa por delante. Atar cabos y ver un asunto desde la raíz es un ejercicio intelectual que no podemos dejar de lado. De esos asuntos que nos pasan por el frente, podemos obviar cosas elementales, como las circunstancias que los produjeron. No tratar de entender un problema en toda su dimensión solo perpetuará el problema.

De un lado para otro

Los fenómenos de migración masiva siguen marcando el siglo XXI. Si los elementos que obligan a salir a las personas de sus orígenes para tratar de buscar nuevos destinos se mantienen, entonces las personas seguirán migrando. De ahí que los intentos por tratar de resolver algunos asuntos pareciera que no tuviesen mucha contundencia. Simplemente la raíz de la cuestión no se está modificando. Entonces el problema se perpetúa. Para hacerme un desayuno, salgo a un supermercado en Santiago de Chile o en Mendoza, Argentina y en el pasillo de las harinas conseguiré más variedades de maíz precocido para hacer arepas que las que se podían conseguir en Venezuela en sus mejores tiempos. La migración es un fenómeno de conquista cultural de un pueblo que se incrusta en otro. También es un negocio redondo.

Harina de maíz precocida y personas

Las personas que emigran llevan consigo los elementos que los identifican como grupo cultural. Este contraste y esta manera tan depurada de entender la identidad de un país tiene su versión más descarnada en el migrante. Producto de sucesivas olas migratorias, de Venezuela partieron empresarios, profesionales, gente trabajadora, familias empobrecidas que escapan del hambre y maleantes. Ese conglomerado, que es el interior y el exterior de la ropa que nos ponemos, se aprecia de manera esquelética al migrar. Todo migrante es un soldado de la supervivencia y si no se entiende de esa manera, poco podemos hacer para ponernos en el lugar del desplazado y plantear posibles soluciones a su dinámica.

Planeando aviones, recorriendo caminos

Me voy unos días a Argentina y veo que en sus calles se celebra la llegada y permanencia de venezolanos trabajadores que son un empujón al potencial desarrollo de este país. En Uruguay los venezolanos son mayoritariamente gente con ansias de trabajar, con gran profesionalismo y deseos de superación. Lucen más adustos que los propios uruguayos. Así podríamos ir de país en país, porque en cualquier parte del mundo hay un venezolano de los ocho millones que tuvimos que salir de ese país fallido. Tierra de gracia caída en profunda desgracia. Una amiga me llama desde Finlandia, otra desde Holanda. El mundo es del tamaño suficiente para que quepamos todos. A fin de cuentas, nos lo machacan hasta el infinito, migrar es un derecho. No es justo renunciar a él.

Estilos de vida, clases sociales

En los denominados procesos revolucionarios, una ideología desplaza a la manera como usualmente se pensaba. Las utopías llevan a potenciales y grotescas distopías que se van haciendo realidad. Un sistema de gobierno se pone en lugar de otro y una clase social es sustituida. En esa modificación de clases sociales, las menos favorecidas serán más empobrecidas, los ricos mayoritariamente se irán y los que se quedan formarán un híbrido de ricos con los que vayan emergiendo en el nuevo sistema de gobierno. La clase media, tradicionalmente el corazón de una sociedad y motor principal de una nación será desplazado por otra, con distintas expectativas y una ética y una estética que la definirá. Para muchos, quedarse en Venezuela era igual a pasar una muy larga temporada en el infierno. Otros pudieron adaptarse y seguir adelante pese a las vicisitudes.

Migraciones por minuto

El asunto de los grandes fenómenos migratorios es interesante por muchas razones. A mi juicio, porque es muy obvio que se podía prevenir, hubo un momento en que se pudieron hacer cosas para facilitarla sin el trauma que ha generado en muchas personas y a mi parecer lo más curioso fue que: Era totalmente visible que la estampida de venezolanos se iba a dar de la manera como se dio. Los gobiernos poco previsivos que miraron la desgracia venezolana y voltearon la mirada a otra parte, son copartícipes de un asunto que pudo ser manejado mejor. Son muchas las voces que lo advirtieron y ya es tarde. A efectos de poder dar con la solución de un problema hay dos posibilidades. Algunos problemas son en realidad soluciones, pero eso no lo vemos en el momento que tratamos de analizarlo. La abultada migración venezolana ya ha transformado parte de la identidad de los países a donde ha llegado y así seguirá siendo. Esperemos que la gente de buena fe y mejores intenciones, que es la gran mayoría de venezolanos, logre por su cuenta lo que nadie hará por ellos. Eso es lo que deseo para mis compatriotas y para mí mismo.

 

Publicado en varios medios de comunicación a partir del 19 de junio de 2023.

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