lunes, 3 de abril de 2023

Religión, magia, política e ideas

 


Religión = magia = política = ideología. La fórmula reduce gran parte del pensamiento occidental y a la vez clarifica muchos elementos cotidianos que tenemos por ciertos. En ocasiones, cuestionar lo nos han enseñado puede arrojarnos a un abismo insondable de incertidumbres, mientras que otras veces nos lleva a aclarar y darles forma a las ideas.  

Religión

Abrazamos la religión que forma parte de nuestro contexto cultural, generalmente la practicada por nuestros padres, lo cual se reduce a un acto de fe en el cual se cree sin cuestionamientos de profundidad. De ahí que señalarse como creyente o no creyente de cualquier práctica religiosa es desde el punto de vista lógico lo mismo. Se esbozan argumentos similares cuando se asiente un constructo o cuando se defiende lo contrario. Opera la misma manera de razonar, que en realidad es un ejercicio argumentativo en el cual se trata de darle forma a las cosas que nos generan certeza. Lo religioso es una forma de consensuar creencias que pueden ser compartidas por grandes grupos. Si el conglomerado es muy grande se le llama religión y si es pequeño se le llama secta. Lo religioso está cundido de multiplicidad de simbolismos que son representaciones mentales de aquello que potencialmente nos puede beneficiar como grupo y protegernos de aquellos que asumimos como potenciales adversarios. Genera cohesión y de ahí su utilidad.

Magia

No hay diferencia profunda entre la magia y la religión. La primera opera como necesidad pagana de encontrarle sentido a aquellas cosas que queremos tener por ciertas, generalmente rechazadas por el contexto oficial. Mientras lo religioso es consensuado y practicado por grandes mayorías, la magia, en su paganismo, obedece a un consenso de pequeñas minorías que se apoderan de formas muy primitivas de relacionarse con lo abstracto. La magia vendría a ser la religión de aquellos que se quedan cortos con la idea religiosa en sí o los que simplemente quieren más intensidad en relación con su manera de cultivar la fe y combinan distintas maneras de creer. Mientras la magia recurre a lo oscurantista y al miedo, algunas religiones hacen uso de lo filosófico para darle forma a aquellas cosas en las que creemos.

Política

La política es la manera en que nos organizamos socialmente para llegar como conglomerado a metas comunes, en las que se evita la confrontación entre pares y se llega a acuerdos negociados en los cuales las distintas partes deben ceder para poder avanzar. Lo contrario a la política es lo beligerante cuya más radical expresión de bestialismo es la guerra. El hombre llegó al nivel civilizatorio que ha alcanzado es por el orden político que ha establecido como apuesta al orden. Lo político es la antítesis del caos y es contrario a la espantosa necesidad de acabar con el otro. De ahí que en el arte de la política se puede llegar a ceder espacios de poder para permitir la existencia del otro. A efectos de darle estructura y trascendencia, el orden político se basa en un conjunto de ideas que conforman la ideología.

Ideología

Lo ideológico es el conjunto de ideas, ciertas o falsas, ideas al fin, con las cuales se traza la bitácora a la cual se aspira arribar para cultivar la vida en sociedad. El pensamiento ideologizado opera como dogma de fe por cuanto se asume que se posee la razón de las cosas en la medida que se esgrimen los argumentos con los cuales se sostiene una determinada forma de pensamiento. Lo ideológico es la chaqueta de fuera con la cual ponemos límites a las posibilidades de cultivar la libertad. De ahí que es frecuente que muchos sean capaces de cuestionar lo ideológico y en un afán de aspirar a la libertad, las ideologías se van modificando conforme pasa el tiempo y por encima de todo, conforme madura o cambia quien la práctica.

Religión = magia = política = ideología

Estas cuatro creaciones humanas se aglutinan en la psiquis. En ese ámbito se entremezclan y tratan a la vez de separarse. El asunto trascendente, a mi juicio, es que todo lo relacionado a estas cuatro pretensiones está cundido de irracionalidad y pasión que terminan por cegar al individuo y a los grandes grupos humanos. El cultivo de estas cuatro instancias se procesa como funciones mentales, que en definitiva se pueden resumir en una misma cosa y es la necesidad de darle sentido a aquello que experimentamos y además darle una connotación de trascendencia. Esta doble posibilidad da tranquilidad en el presente y mitiga la infinita ansiedad que podría generar el futuro. De esta manera tenemos respuesta para lo que por definición es la avasallante fuerza de la incertidumbre. Muchas veces, y es lo bueno, gracias a estas creaciones le damos impulso a lo fútil de la existencia y nuestra vida se vuelve mucho más que un receptáculo de vivencias y emociones efímeras. Al asir estas y otras pretensiones nos volvemos aspiracionales y lo que no entendemos termina por adquirir la forma que necesitamos que adquiera. 



Publicado en varios medios de comunicación a partir del 03 de abril de 2023. En el diario El Universal de Venezuela el 04 de abril de 2023. 

 


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