‘LA
CREACIÓN DEL ROSADO’ por Roger
Vilain
Filosofar,
ese hacer del que nadie escapa porque vivir es una manera de pensar y pensando
fraguamos parte de la vida, cobra las más de las veces, cuando de textos bibliográficos
se trata, exigencias académicas que la mayoría de los mortales no tienen por
qué conocer. Alirio Pérez Lo Presti, médico psiquiatra cuya afición por la
filosofía lo llevó a culminar estudios formales al respecto, sabe de semejante
realidad, y sobre la base del día a día, cabalgando la cotidianidad, termina
regalándonos un libro en el que filosofía es sinónimo de hecho cotidiano, de
cálida conversa a la luz de un candil. Son ensayos. Cuarenta y un ensayos a los
que la savia se les sale por los poros, es decir, trabajos que nacen de una
observación, mínima, oportuna, precisa observación, que luego abre las alas y
termina siendo un tratado sobre la experiencia, sobre el arte de vivir, sobre
la manera de exprimir los días para extraer de ellos lo mejor y lo peor, lo
dulce y lo amargo, lo que en fin hace que estar aquí, de lunes a lunes,
signifique mucho más que respirar o abrigar esperanzas o tomarse un café por la
mañana y nada más. Leerlo me ha reconciliado con la vida, lo que es mucho decir
cuando en este mundo, embalado vaya usted a saber adónde, justamente la vida
encuentra día a día menos adeptos. “Nietzsche y la bailarina”, “La mujer de la
tos”, “El buen humo”, “Bailar con María”, “Uslar Pietri, un vago y yo” o “El
hombre del coleto”, son apenas seis propuestas, seis maneras entre más de
cuarenta, ya lo dije, de observar esa cosa extraña que llamamos realidad y
empaquetarla en textos literarios, cada uno más suculento que el otro. La
mirada de Pérez Lo Presti es una que pone las palabras en su sitio y se conforma con
hacernos pensar, logro nada desdeñable entre tanta basurilla y entre tanto
escritorzuelo de sábado y domingo, cuestión que se agradece no sólo en el plano
de la literatura, del cine, del arte en general, sino en otros terrenos, no por
pragmáticos menos relevantes. Como pueden ver, la celebración se justifica.
Además, la Universidad de Los Andes, entrañable siempre ante mis ojos, ha sido
responsable de editar esta obra, cargada no sólo de buena escritura sino
muestra de excelente gusto a la hora de elegir portada, colores, papel, tipo de
letra y, en fin, mano sobria para materialmente hacer un libro. La creación del
rosado es un libro de amor que se tradujo en texto para reflexionar sobre el
hombre y sus remordimientos, sus placeres o sus indiferencias. De amor, claro,
porque se nutre en principio del afecto por la tierra -los Andes merideños- que
llenó la niñez y luego la edad madura del autor, pero asimismo de otras cosas,
de las implicaciones que una mano extendida, o un beso furtivo, o una lágrima
en medio de las balas marcan a su paso por nosotros. Qué duda cabe, vale la
pena que lo lea. Entonces seguimos conversando.
Publicado en:
/ KALEIDOSCOPIO: revista arbitrada de
educación, humanidades y artes Vol: 3 Nro: 6 Jul-Dic 2006
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