domingo, 30 de abril de 2023

Los peligros de pensar


 

El ejercicio filosófico consiste literalmente en acercarse a la posibilidad de pensar. Bajo esta premisa, los filósofos siempre estaremos bajo la lupa y como ya ha sido asomado, estaremos usualmente escrutados bajo el signo de la sospecha. ¿Sobre cuál sospecha recae la furia hacia la filosofía? ¿Qué interés existe detrás del curioso y tantas veces preconizado esfuerzo de acabar con los estudios filosóficos en el curso de la historia de la civilización? ¿Es peligroso pensar?

Moda, pensamiento y robotización

El desafío más grande de cualquier filósofo es mostrar la falsedad de las ideas que por moda o intereses particulares se intentan imponer en la matriz de un conglomerado. De ahí que el filósofo necesariamente va a estar caminando en una suerte de cuerda floja porque contrario a la muchedumbre y su propensión a la aceptación de las cosas, el hombre de pensamiento es precisamente quien objeta la veracidad de lo que cotidianamente se tiende a aceptar como cierto. En general, el pensamiento representado en ideologías o dogmas termina por ser eslóganes utilitarios para pescar incautos y convertir una banalidad en una falsa causa de lucha. De ahí que quien es capaz de desarrollar o exponer sus ideas en orden se puede volver un dolor de cabeza para quienes quieren establecer modelos únicos de pensamiento, puesto que lo que menos desean es ser cuestionados. El que por moda se apega a una causa, termina siendo parte de lo repetitivo y robotizado, por consiguiente, alejado de la posibilidad de pensar.

La idea como producto de consumo de masas

Algunos hemos vivido en carne propia la experiencia de que una idea o conjunto de ideas, enarboladas en favor de una causa, solo ha representado un elemento de control social tendiente a minimizar cuando no a hacer desaparecer al individuo. De ahí que plantearlo y señalarlo tiende a generar incomodidad en cualquier instancia que trate de ejercer su poderío a través de la formulación de ideas que no aguantan la más pequeña de las contra argumentaciones. Precisamente el campo de lo filosófico es el de verle las costuras a los sacos de falsos postulados que quieren hacernos creer que son ciertos. El debate civilizado es el contexto en que la filosofía se enuncia y se expande.

Sospechosos de rutina

La filosofía es capaz de disecar las falsedades argumentativas que se esparcen en un tiempo en particular y tiende a ser una disciplina que necesita y se vale de una metodología. La filosofía tiende a ser el pequeño ciclón que se anida en las distintas contemporaneidades y su utilidad va desde generar el caos necesario o el respectivo llamado al orden. Todo depende del tiempo en que le toque tener que desplegarse y ejercer su función. En ocasiones, la historia de las ideas ha sido tan punzante que quienes han desarrollado un método de pensamiento se han visto con que el mismo ha caído en la paradoja perfecta de ser cuestionador de los principios que lo sustentan. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se intenta que una idea se materialice de manera real y nos encontramos con que una cosa son las ideas y otra la realidad. Otros métodos han llegado a tal perfectibilidad que se puede explicar un asunto y también lo contrario, haciendo el mismo razonamiento. En los dos casos anteriores, el filósofo procederá a subir la defensa y sin rubor señalará el ejercicio sofístico que se ha hecho. Es más fácil abrazar una falsedad que señalar una mentira. A veces es un asunto de comodidad.

Los caminos transitados

De lo más interesante y generador de intensidades emocionales es cuando nos asomamos a la historia del pensamiento y nos damos cuenta de lo mucho que se ha transitado con relación a intentar comprender la realidad en la cual nos encontramos circunscritos y que además nos condena. De esa exploración, vamos dando dos pasos hacia adelante y uno para atrás porque sería muy tonto desconocer el gran trecho recorrido con respecto a lo que la humanidad ya ha estructurado como pensamiento argumentado. Es por eso por lo que, en parte, el trabajo de la filosofía no sólo lleva a revelaciones en relación con aquello que vamos descubriendo, sino que una gran tajada de la energía de pensar consiste en espantar los retorcidos planteamientos de quienes apuestan por la castración del pensamiento.

Furiosos y ociosos

La necesidad de cuestionar la utilidad de la filosofía (utilidad de pensar) lleva consigo el deseo de hacer del ser humano una máquina productiva y desarrolladora de productos, muchos de los cuales solo son elementos autodestructivos para el consumo de las grandes masas. Los productos también pueden ser ideas malsanas que necesitan ser vociferadas y repetidas. El filósofo, a la par de pensar, estimulará la necesidad de cultivar el ocio, desarrollarse en el plano personal desde ámbitos que van más allá de las superficialidades materiales y tratará de cultivar elementos propios de la creatividad humana. La filosofía va de la mano con la creación y por supuesto, con la recreación. Por eso, para ciertos materialistas a ultranza, la filosofía pareciera que pone en peligro la necesidad de deshumanizar al hombre y convertirlo en un ser que produce y consume, incluso babosas ideas. La filosofía, en su afán de cuestionar, abre caminos de liberación personal, porque, en definitiva, solo quien valora la libertad es consecuente con dar importancia al bien más preciado que existe. 


Publicado en varios medios de comunicación a partir del 30 de abril de 2023. En el diario El Universal de Venezuela el 02 de mayo de 2023.

domingo, 23 de abril de 2023

Injusticias y defensas

 


La percepción de injusticia hace que se dispare la emoción de la rabia para hacerle frente. “A lo loco se vive mejor”, decían los adultos mayores en mi infancia. En parte porque es verdadero que cierto grado de locura es necesario para sobrellevar la existencia y en parte porque funcionaba como una expresión irónica. La percepción de injusticia difícilmente la sabremos manejar cuando inicialmente aparece porque estamos diseñados para que sea de esa manera. De la rabia (emoción) se puede pasar al odio (sentimiento) y nos puede llegar a consumir de la peor forma. Sabio es quien no abriga odio en su interior porque al odiar nos martirizamos. El odio es una condena para quien lo padece. Termina siendo una suerte de prisión para el que lo sufre.  

Defensas radicales

Existen maneras de defendernos psicológicamente frente a las más disímiles adversidades. Una de estas maneras que nuestra mente usa para poder hacerle frente a las fatalidades es la locura. Destornillándonos podemos atravesar la ola gigantesca que nos aplasta y es de las experiencias vitales más traumáticas, pero también potencialmente sanadoras. He vivido de la mano con los desvaríos mentales desde que tengo memoria y de los mismos se puede quedar hundido en el foso del sinsentido o emerger como una persona que ha vuelto a nacer. He visto muy de cerca las dos caras de la moneda de lo que señalo y ha condicionado mi manera de ver y entender la existencia.

Defensas veniales

Sin llegar al desvarío, tenemos capacidades que nos permiten sobrellevar una pena o una situación tormentosa. La negación de la realidad, solo para mencionar un ejemplo, es un recurso del cual se vale nuestro mundo interior para no sucumbir ante lo que puede ser trágico y minimizarnos para siempre. La mente se vale de múltiples artilugios para engañar las realidades adversas y sin que dejemos de ser capaces de conmovernos por las vivencias de nuestros pares, la idea es poder salir fortalecido ante cada encuentro con el lado oscuro de la vida. De esas y otras formas de ver cuánto nos circunda también me he rodeado desde que tengo memoria. Todo eso ha moldeado mi capacidad perceptiva, mi relación con las experiencias sensibles y por supuesto, mi carácter. No podría ser de otra forma y aspiro en lo profundo de mi ser que pueda ser útil para otras personas.

Quien se levanta y sigue adelante

Todos vamos acumulando heridas. Están las que duelen por siempre y aprendemos a lidiar con su malestar y están las que nos recuerdan las vivencias pasadas y los aprendizajes adquiridos. Quien se levanta y sigue su camino es porque ha logrado mantener su brújula dirigida hacia un norte, independientemente de las experiencias alcanzadas. La capacidad de seguir el curso existencial hacia adelante es la representación de la grandeza humana y materializa la posibilidad de sortear los infortunios, que conforme va pasando el tiempo, siguen apareciendo como si se tratase de la hidra monstruosa y sus múltiples cabezas. De cómo el ser humano logra lidiar con las múltiples representaciones del mal y lograr salir de pie es de lo que está hecha la historia de la civilización en su lado resplandeciente.

Valores y temores

Sería muy ingenuo creer que hay personas capaces de seguir adelante sin que los invada el miedo. Precisamente el valor no es la ausencia de temores sino de cómo somos capaces de seguir adelante a pesar de estar cundidos de inseguridades y desconfianzas. Todos estos elementos, lejos de representar debilidades, nos humanizan cuando nos damos cuenta de lo que hemos logrado transitar a pesar de nuestras limitaciones. De eso va la grandeza, en no dejarse empequeñecer por los resultados en contra. Se es valiente en la medida que nos arriesgamos por tratar de materializar nuestros sueños. Sin el miedo, la persona valiente no tendría el mérito que posee.

El camino y sus bifurcaciones

La experiencia vital, única e irrepetible, se puede simbolizar a través de la idea de viaje. Así se ha hecho y se suele seguir haciendo. En ese viaje, apegados al camino, tarde o temprano nos vamos a tener que enfrentar a las bifurcaciones del sendero. Cuando eso ocurre, nos vemos forzados a tener que decidir y en muchas ocasiones, no sabremos si la decisión de haber optado por un u otro camino es la correcta. La posibilidad de ver la vida en retrospectiva tal vez nos lleve a pensar en dos cosas que pueden ser concluyentes: La primera, que tal vez no estemos decidiendo cuál camino es el que nos conviene porque nuestros juicios y prejuicios tienden a condicionar nuestras decisiones. La segunda, que es la más difícil de asumir, para mi gusto, es cuando nos damos cuenta de que repetiríamos la mayoría de nuestras decisiones si volviese a ocurrir de nuevo el momento de tener que decidir, en la forma en que ocurrió. Esa posibilidad, la de estar condenados a repetir nuestras decisiones si nos tocasen las mismas circunstancias que una vez vivimos, suele ser una revelación que aclara nuestro parecer en relación con lo que hemos hecho y vamos haciendo con nuestras vidas. 


Publicado en varios medios de comunicación a partir del 23 de abril de 2023. En el diario El Universal de Venezuela el 25 de abril de 2023.

lunes, 17 de abril de 2023

Las noches, los días, las noches

 


Con el capítulo de la pandemia finalizado, se inició la carrera de la vida con todas las de la ley. Los días pasan y el tiempo va permitiendo que dejemos grabadas en nuestra memoria las experiencias propias de lo cotidiano. De ahí que, de prisa, los días y las noches ya adquirieron su propio ritmo y tiene cabida la entrada de una nueva estación. En este escenario de días vividos a plenitud y de planes por consolidarse hemos logrado materializar un orden en nuestras vidas. El viaje, bien lo sabemos, no consiste en llegar a un lugar, sino en vivir a plenitud lo recorrido.

El tiempo que vivimos

Cada generación precisa de una épica, de cierto heroísmo y una narrativa que le permita romper en términos diferenciales con la generación que le precedió. Existe y siempre ha existido una necesidad generacional de desmarcarse y es comprensible que así sea. El asunto es que, en el reparto de los cuentos y las epopeyas generacionales, de tanto amasar utopías y luchar por los derechos que van surgiendo en la agenda de cada época, tal parece que no quedaron muchos conejos dentro del sombrero de copa de las luchas sociales y los que quedaron son tan ambiciosos que la tendencia es aspirar a menos. Si lo vemos bien, las luchas generacionales tienen su lógica y es fácil entenderlas, lo cual nos permite aclarar que no es una insulsez lo que se puede decir desde la acera del frente sino una necesidad colectiva con sus artificios de rigor. Tener la paciencia y sabiduría para tratar de entender la naturaleza de lo que los demás dicen aspirar forma parte del arte de vivir.

Al sur del sur

Es viernes y voy caminando a tiempo para encontrarme con un grupo de amigos en un barrio bohemio de la ciudad. Ya el frío está haciendo su aparición y las noches son más largas. En un paso cebra se me acercan dos personas de aspecto confuso y me solicitan que firme una petición en nombre de su causa. Todavía el reguetón hace estragos en mis oídos y por más que trato de caminar de prisa, los locales están cundidos aun de ese estruendo. La expectativa de que aparezcan nuevos movimientos musicales, que acompañen a las personas y sus causas perdidas es de lo más prioritario de nuestro tiempo. La comida no pudo ser mejor y la compañía totalmente repetible, por lo que me anoto un buen viernes en mi colección de placeres. Hay veces en que logramos crear islotes de perfecciones en los lugares más inesperados. El buen tono y la especial compañía terminaron por triunfar.

Sábado de gloria

En el Centro Cultural La Moneda, bajo la Plaza de la Ciudadanía, frente a la fachada sur del Palacio de La Moneda, un grupo de venezolanos talentosísimos se presentó con la excepcional pieza musical de Antonio Estévez La cantata criolla (Florentino, el que cantó con El Diablo), emblema nacionalista venezolano cuya letra surge del genial poema de Alberto Arvelo Torrealba. Lágrimas en los ojos, lo pasional a flor de piel y aplausos a borbotones fueron la respuesta de quienes lo presenciamos. Los hijos desparramados del Sistema de Orquestas Venezolano se agrupan en los más distintos rincones del mundo y nuestra música y tradiciones logran imponerse con magistral buen tono y excepcional talento. Fue más que notable la representación vocal de los solistas Cristo Vassilaco (tenor) y Franklin De Lima (barítono) cuya presentación fue simplemente magnífica en el contexto de un excepcional coro de voces y la legendaria orquesta con sus sagaces integrantes haciendo una ejecución musical maravillosa. Vale la pena dar gracias muchas veces por los buenos momentos. Salí de ese espectáculo del mejor gusto como si hubiese sido exorcizado hasta en los tuétanos de mis huesos. Florentino, para mi satisfacción, volvió a vencer al Diablo en el sur del sur del mundo y que eso siga ocurriendo no deja de sorprenderme, luego de tantas batallas perdidas. Infinitas gracias a quienes hicieron posible y materializaron la magia que representa esta excepcional pieza musical de alcances universales.

Domingo de reposición

Los domingos tiene un tempo ontológico (y hasta musical) que los caracteriza. En ocasiones parecieran ir más lentos e incluso hacerse de lo más significativo de la semana. A veces ocurre eso con el último día de la semana. Con un asado acompañado de un vino chileno de colección, el domingo se hizo tan ligero que los demás días pareciera que ya transcurren a velocidad de la luz. Siempre tratamos de darle espacio al amor y conducirnos como nos lo señala la bitácora que apunta hacia lo mejor de la existencia. El lunes se inicia la semana presurosa y cundida de actividades en donde no quedará de lado el estudio rigurosamente planificado, las dos cuartillas que trato de escribir y por supuesto, las labores propias del oficio en que me formé. Así pueden ir los días, las noches, los días, las noches, mientras trato de abrirme camino en escenarios novedosos y seguir construyendo la ruta que ha de guiar mis pasos y de quienes me acompañen. 



Publicado en varios medios de comunicación a partir del 17 de abril de 2023. El el diario El Universal de Venezuela el 18 de abril de 2023..


domingo, 9 de abril de 2023

Necedades y necesidades

 


El líder religioso tiende a actuar como si poseyera poderes que lo vinculan con lo mágico y el creer sin cuestionar hace que sus postulados sean aceptados sin mucha resistencia. Al intentar realizar un cambio en el terreno de la praxis, inexorablemente se abraza a la política y el acto político, que representa una transformación práctica, se debe escudar con los elementos propios de una ideología para poder adquirir un estatus de respeto y credibilidad en un contexto social. De ahí que: Religión = magia = política = ideología.

Recorridos en espiral

Una ideología es una chaqueta de fuerza que pone límites al pensamiento, o sea, a la libertad de pensar. Lo ideológico, cuando trata de ser expresado en hechos, se transforma en un acto de carácter político, que puede desarrollar tal nivel de expectativas o esperanzas en las personas, que la promesa política actúa como un intento de materializar soluciones mágicas ante escenarios complejos, en los cuales cualquiera cae por incauto. Esa dimensión fantasiosa y mágica que se desprende de la secuencia que aparece al exponer un conjunto de ideas y tratar de hacerlas reales en el contexto de una expectativa fantasiosa hace que lo político y lo religioso tiendan a ser asumidos y procesados de la misma manera. De ahí que: Ideología = política = magia = religión.

Liderazgos rectos y desviados

Es muy poco lo que se ha avanzado en relación con tratar de dividir lo laico de lo religioso. La razón parte de que son naturalezas similares. Mientras lo religioso usa lo mágico como forma de convencer, por su parte, lo político recurre a la estructura ideológica para que los actos que se ejecuten logren tener sentido de trascendencia y validación, Viéndolo de esta forma, se es propenso a pensar de manera religiosa y de manera política en forma simultánea porque en las profundidades del ser más son las similitudes que las diferencias entre estas instancias. El nivel de responsabilidad social de los liderazgos (políticos o religiosos) es muy alto. De gurúes y salvadores ha estado plagada la civilización. Los maestros espirituales han estado presentes en los más disímiles grupos sociales y muchos se sienten representados y toman decisiones basados en los lineamientos o enseñanzas de estos liderazgos. Por su parte, el liderazgo político, capaz de empoderarse de las carencias y resentimientos atinentes a la condición humana suele hacer promesas que podrían ser irreales, pero en su mundo interior, la persona o los grupos humanos, al verse representados por lo discursivo, lo apoyarán a pesar de que le vean los defectos. Todo lo anterior tiene que ver con el manejo del poder y la forma como se practica en la vida colectiva.  El asunto es que el poder tiende a corromper lo humano y el poder absoluto corrompe de manera absoluta.

Maldiciones y bendiciones

En esta cuádruple representación: Religión = magia = política = ideología, como también en su planteamiento reverso: Ideología = política = magia = religión, podemos identificar el problema, pero lo más importante y es el espíritu de asomar estas ideas, hay una representación que, si la miramos con cautela, nos podría ayudar a solucionar aparentes enigmas propios de la condición humana y lo enrevesado que muchas veces se torna la existencia. Tal vez si tratamos de entender que hay fugas hacia adelante que lejos de ayudarnos a serenarnos nos hunden en nuestras propias miserias, podríamos atrevernos usar lentes correctivos para enmendar aquellos aspectos dudosos con las cuales tratamos de atrapar y entender el entorno sin pensar mucho, pero con altas posibilidades de repetir nuestros errores.

El gran salto

Por lo pronto parece muy improbable que el ser humano logre dar un gran salto que lo cohesione en lo relacionado con la manera de asumir las realidades que lo circundan. Los atajos y el camino fácil de no pensar parecieran tender a salirse con las suyas. La aspiración y apuesta por la tecnología, lejos de humanizar al hombre, sigue contribuyendo a su despersonalización y alejamiento de esa cosa que todavía nos hace tener sensibilidades y dar muestras de solidaridad aun en los escenarios más agrestes. Lo tecnológico, producto humano al fin, también tiene aspiraciones en las cuales se intenta acoplar lo político, lo ideológico, lo religioso y lo mágico. No es raro que lo que creíamos pensar que sería la solución, termine por convertirse en el problema. De esas banalidades y barbaridades va de la mano el siglo que corre, a veces con la apariencia de una carrera vertiginosa hacia un futuro de incertidumbres y en otras ocasiones como una suerte de apuesta por lo más insulso de lo civilizatorio. Esa doble sensación de avance y caricaturización de los logros no tiene nada de original. En sentido estricto, podríamos pensar que, salvo por la velocidad, la originalidad de lo humano es nuevamente un gran fraude al cual se intenta abrazar un conglomerado ávido de respuestas y soluciones. Para allá vamos. 


Publicado en varios medios de comunicación a partir del 09 de abril de 2023. En el diario El Universal de Venezuela el 11 de abril de 2023.


lunes, 3 de abril de 2023

Religión, magia, política e ideas

 


Religión = magia = política = ideología. La fórmula reduce gran parte del pensamiento occidental y a la vez clarifica muchos elementos cotidianos que tenemos por ciertos. En ocasiones, cuestionar lo nos han enseñado puede arrojarnos a un abismo insondable de incertidumbres, mientras que otras veces nos lleva a aclarar y darles forma a las ideas.  

Religión

Abrazamos la religión que forma parte de nuestro contexto cultural, generalmente la practicada por nuestros padres, lo cual se reduce a un acto de fe en el cual se cree sin cuestionamientos de profundidad. De ahí que señalarse como creyente o no creyente de cualquier práctica religiosa es desde el punto de vista lógico lo mismo. Se esbozan argumentos similares cuando se asiente un constructo o cuando se defiende lo contrario. Opera la misma manera de razonar, que en realidad es un ejercicio argumentativo en el cual se trata de darle forma a las cosas que nos generan certeza. Lo religioso es una forma de consensuar creencias que pueden ser compartidas por grandes grupos. Si el conglomerado es muy grande se le llama religión y si es pequeño se le llama secta. Lo religioso está cundido de multiplicidad de simbolismos que son representaciones mentales de aquello que potencialmente nos puede beneficiar como grupo y protegernos de aquellos que asumimos como potenciales adversarios. Genera cohesión y de ahí su utilidad.

Magia

No hay diferencia profunda entre la magia y la religión. La primera opera como necesidad pagana de encontrarle sentido a aquellas cosas que queremos tener por ciertas, generalmente rechazadas por el contexto oficial. Mientras lo religioso es consensuado y practicado por grandes mayorías, la magia, en su paganismo, obedece a un consenso de pequeñas minorías que se apoderan de formas muy primitivas de relacionarse con lo abstracto. La magia vendría a ser la religión de aquellos que se quedan cortos con la idea religiosa en sí o los que simplemente quieren más intensidad en relación con su manera de cultivar la fe y combinan distintas maneras de creer. Mientras la magia recurre a lo oscurantista y al miedo, algunas religiones hacen uso de lo filosófico para darle forma a aquellas cosas en las que creemos.

Política

La política es la manera en que nos organizamos socialmente para llegar como conglomerado a metas comunes, en las que se evita la confrontación entre pares y se llega a acuerdos negociados en los cuales las distintas partes deben ceder para poder avanzar. Lo contrario a la política es lo beligerante cuya más radical expresión de bestialismo es la guerra. El hombre llegó al nivel civilizatorio que ha alcanzado es por el orden político que ha establecido como apuesta al orden. Lo político es la antítesis del caos y es contrario a la espantosa necesidad de acabar con el otro. De ahí que en el arte de la política se puede llegar a ceder espacios de poder para permitir la existencia del otro. A efectos de darle estructura y trascendencia, el orden político se basa en un conjunto de ideas que conforman la ideología.

Ideología

Lo ideológico es el conjunto de ideas, ciertas o falsas, ideas al fin, con las cuales se traza la bitácora a la cual se aspira arribar para cultivar la vida en sociedad. El pensamiento ideologizado opera como dogma de fe por cuanto se asume que se posee la razón de las cosas en la medida que se esgrimen los argumentos con los cuales se sostiene una determinada forma de pensamiento. Lo ideológico es la chaqueta de fuera con la cual ponemos límites a las posibilidades de cultivar la libertad. De ahí que es frecuente que muchos sean capaces de cuestionar lo ideológico y en un afán de aspirar a la libertad, las ideologías se van modificando conforme pasa el tiempo y por encima de todo, conforme madura o cambia quien la práctica.

Religión = magia = política = ideología

Estas cuatro creaciones humanas se aglutinan en la psiquis. En ese ámbito se entremezclan y tratan a la vez de separarse. El asunto trascendente, a mi juicio, es que todo lo relacionado a estas cuatro pretensiones está cundido de irracionalidad y pasión que terminan por cegar al individuo y a los grandes grupos humanos. El cultivo de estas cuatro instancias se procesa como funciones mentales, que en definitiva se pueden resumir en una misma cosa y es la necesidad de darle sentido a aquello que experimentamos y además darle una connotación de trascendencia. Esta doble posibilidad da tranquilidad en el presente y mitiga la infinita ansiedad que podría generar el futuro. De esta manera tenemos respuesta para lo que por definición es la avasallante fuerza de la incertidumbre. Muchas veces, y es lo bueno, gracias a estas creaciones le damos impulso a lo fútil de la existencia y nuestra vida se vuelve mucho más que un receptáculo de vivencias y emociones efímeras. Al asir estas y otras pretensiones nos volvemos aspiracionales y lo que no entendemos termina por adquirir la forma que necesitamos que adquiera. 



Publicado en varios medios de comunicación a partir del 03 de abril de 2023. En el diario El Universal de Venezuela el 04 de abril de 2023.