En
caída libre
Hubo
una falsa fumarola de esperanza en relación con una supuesta mejoría de la
situación del que una vez se pensó que podía ser una potencia emergente. Ni
será potencia emergente ni mejorará en su sentido profundo. La dimensión honda
de una sociedad es aquella en la cual lo humano le da sentido a lo valorativo. En
el país donde nací eso se perdió y la posibilidad de recuperarlo va a tardar
tanto tiempo que probablemente se nos vayan varias generaciones en el proceso. Ese
país, que es mi país, al cual conozco en su plenitud, actualmente pasa por un
largo letargo de falta de vitalidad lo cual se asemeja más a lo que subyace en
el subsuelo que lo que es capaz de desplazarse con la brisa del tiempo. En la
historia de la civilización ha habido varias sociedades suicidas. Venezuela es
una sociedad suicida, con muchas personas desalmadas que lograron doblegar el
mínimo sentido de justicia y las consecuencias apenas las estamos viendo.
Corre,
ardillita, corre
He vivido
en casi una docena de lugares durante mi vida. Ser trashumante me ha permitido
conocer sitios y situaciones que de alguna manera terminaron por forjar mi
carácter y mi manera de ser. Pero particularmente he podido adentrarme en el
alma de lo humano a más no poder y ver muy de cerca y de manera personal lo más
atroz y lo más sublime de aquello que somos. Tengo amigos que presumen de ser
mis amigos porque creen que no confío en nadie y precisamente es lo contrario.
Si soy una persona que vive y lucha es porque soy capaz de creer en lo humano y
por encima de todo, soy de los que deposita su confianza en el otro. Porque si
a ver vamos, si depositamos nuestra confianza en una persona y la vulnera, más
pierde esa persona que nosotros mismos porque entendemos que la amistad es un
milagro y como tal solo puede ocurrir de manera muy excepcional. Por eso es por
lo que cuando alguien cercano me pregunta lo que pienso, sabe que por más que
intente dorarle la píldora, le voy a decir la verdad. La verdad es redentora y
las fantasías solo hacen que lo inevitable se posponga.
Libros,
artículos, cuentos, relatos, ensayos, ciencia
Como
no se puede clasificar a una persona, forzamos el tener que ubicarlo en algún
lugar para sentirnos tranquilos y evitar que el otro parezca amenazante. Cuando
fui catedrático de la Universidad de Los Andes, en Mérida, orgullosamente puedo
decir que mis libros eran los textos que usaban mis estudiantes. Desde temprana
edad escribo en la prensa y el artículo de aparición semanal me mantiene en
forma para seguir escribiendo, siendo una suerte de entrenamiento. Los ensayos han
sido parte de mi manera de exponer lo que creo sobre los asuntos que me
interesan y consciente de que hay cosas que sólo lo literario puede abordar, he
escrito cuentos y textos con claves totalmente narrativas. Lo científico,
ligado con mi quehacer literario ha aparecido en muchas publicaciones de
revistas reconocidas. En esas y otras experiencias en las cuales he logrado
exponer lo vivido he invertido gran esfuerzo y energía. También en tratar de
darle sentido a cuanto me ocurre y me circunda y me hice filósofo. Tal vez esa
hoja de ruta me satisfaga cuando me detenga. Por lo pronto mantengo los motores
a punto para seguir la aventura.
El
pequeño mundo
El
mundo se puede hacer chico si no somos capaces de precisar el exacto momento en
que debemos tomar decisiones. Tal vez no haya nada peor que no tomar una
decisión en su debido momento porque tiene que ver con la capacidad de ser
predictivos, lo cual es algo intuitivo, asunto que la experiencia va perfeccionando.
La quietud malsana y pusilánime es propia de quien se niega a volar. Tal vez
por eso, pese a cualquier sugerencia que le pueda dar a mi amiga, todo camino
va a terminar en el mismo adagio: Es mejor tarde que nunca.
Publicado en varios medios de comunicación a partir del 23 de julio de 2023.
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