Al
difundirse sus obras, Sigmund Freud atrajo muchos seguidores, pero no siempre
coincidieron con él y algunos terminaron modificando las ideas de su maestro y
formularon su propia teoría. Erik Erikson es uno de los más conocidos. La Teoría del Desarrollo Psicosocial de
Erik Erikson es la revisión hecha por él a la teoría freudiana, que se centra
en los factores socioculturales (por encima de los sexuales) del desarrollo y
postula ocho conflictos psicosociales cuya resolución es indispensable para
lograr un ajuste psicosocial sano.
Erik Erikson
aceptó muchas ideas de Sigmund Freud, pero se distinguió de él en dos aspectos
centrales. Primero Erikson insistió en que los niños son exploradores activos y curiosos que tratan de
adaptarse al ambiente, no esclavos pasivos de impulsos biológicos moldeados por
sus padres. Erikson ha sido catalogado como psicólogo del ego, pues estaba
convencido que en cada etapa de su vida, las personas han de enfrentar las realidades sociales (en función del
ego) si quieren adaptarse exitosamente y mostrar un patrón normal de
desarrollo. Por eso en su teoría el ego no
es un mero mediador entre las demandas antagónicas del Ello y el Superyo.
Otra gran
diferencia entre ambos es que Erikson concedió mucha menor importancia a los
impulsos sexuales y mucho mayor a las influencias culturales. En todo ello
influyeron sus experiencias tan diversas. Nació en Dinamarca, creció en
Alemania y pasó gran parte de la adolescencia recorriendo Europa. Terminada su
formación profesional, se trasladó a Estados Unidos donde examinó a estudiantes
universitarios, a soldados de combate, a activistas de derechos civiles en el
Sur y a indios nativos americanos. Habiendo observado multitud de semejanzas y
diferencias del desarrollo en grupos sociales tan heterogéneos, se comprende
que en su Teoría Psicosocial haya puesto de relieve los aspectos sociales y culturales del desarrollo.
Según
Erikson, a lo largo de la vida experimentamos ocho grandes crisis a las que
llamó Etapas Psicosociales. Es
necesario resolverlas exitosamente, pues sólo así uno se prepara para hacer lo
mismo con la siguiente.
1.Confianza básica frente a desconfianza:
Ocurre del nacimiento a un año. El infante debe aprender a confiar en sus
cuidadores para atender sus necesidades básicas. Si le muestran rechazo o son
inconsistentes, verá el mundo como un lugar peligroso lleno de gente poco
confiable.
2.Autonomía frente a vergüenza y duda: De
uno a tres años. El niño debe aprender a ser “autónomo”; alimentarse y vestirse
sin ayuda y ocuparse de su higiene. Al intentar inútilmente lograr esta
independencia, empezará quizá a dudar de su capacidad y a sentirse avergonzado.
Los padres de familia son los principales agentes sociales.
3.Iniciativa frente a
culpa:
De tres a seis años. El niño trata de crecer e intentará aceptar
responsabilidades que superan su capacidad. Para resolver exitosamente esta
crisis se requiere equilibrio: El niño debe mantener el sentido de iniciativa y
al mismo tiempo aprender a respetar los derechos, los privilegios y metas de
los demás. La familia es el principal agente social.
4.Industriosidad frente a inferioridad: De
seis a doce años. El niño debe dominar importantes actividades sociales y
académicas. En este periodo se compara con sus pares. De lo contrario
sobrevendrán sentimientos de inferioridad. Los profesores y pares son
importantes agentes sociales.
5.Identidad frente a confusión de papeles:
De doce a veinte años. Es la encrucijada entre la niñez y la madurez. El
adolescente encara la pregunta “¿Quién soy yo?”. Necesita establecer una base
social y su identidad ocupacional, pues de lo contrario no podrá definir los
papeles que deberá desempeñar en la adultez. El principal agente social es el
grupo de pares.
6.Intimidad frente a aislamiento: De
veinte a cuarenta años (adultez joven). El principal cometido de esta etapa
consiste en crear amistades sólidas y lograr un sentido de amor y camaradería
(o identidad compartida) con otra persona. Los principales agentes sociales son
la pareja, el cónyuge, o amistades estrechas (de ambos sexos).
7.Generatividad frente a estancamiento: De
cuarenta a sesenta y cinco años (adultez intermedia). En esta etapa el adulto
ha de volverse productivo en su trabajo y formar una familia o bien atender en
otras formas las necesidades de los jóvenes. La cultura es la que define estas
normas de “generatividad”. Quienes no puedan o no quieran asumir esas
obligaciones se estancarán y se tornarán egocéntricos. Los agentes sociales
importantes son el cónyuge, los hijos y las normas culturales.
8.Integridad del yo frente a desesperación:
El adulto mayor examina su vida pasada desde otro ángulo: La ve como una
experiencia importante, productiva y feliz o una gran decepción llena de
promesas incumplidas y metas no realizadas. “La Teoría del Desarrollo Psicosocial de Erikson” es un modelo
apasionante, al cual recurrimos con periodicidad.
Publicado en el diario El Universal de Venezuela el 10 de abril de 2018
Publicado en el diario El Universal de Venezuela el 10 de abril de 2018
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