¿Por qué el diablo quiere el alma de Florentino? Durante
años, “por razones de trabajo”, estuve residenciado en algunos pueblos del
llano venezolano, desde Abejales y El Cantón hasta San Fernando de Apure. Eso
me permitió conocer una región, donde la apasionante dupla hombre-tierra crea
una cosmovisión que determina una manera singular de conducirse. Fueron
muchas las vivencias, como andar pescando en ríos de la zona durante días o
haber trabajado con comunidades indígenas del Bajo Apure, cuyos niveles de
pobreza eran aterradores.
Sin
embargo, el tiempo que viví en San Fernando me permitió deleitarme con
expresiones populares, como el habla de los habitantes, la gastronomía de la
zona, la música, los “parrandos” y el baile con las hermosas llaneras. Hasta el
amanecer presencié los más agudos y creativos duelos de contrapunteo que hacía
que la noche vibrara a la luz de las estrellas.
Era
frecuente escuchar grupos musicales que representaban la obra Florentino y el diablo, recordando
siempre que los legendarios José Romero Bello y El Carrao de Palmarito eran sus
máximos intérpretes. Para ese tiempo ya había leído el poema de Arvelo, pero
una cosa es familiarizarse con el mismo en las montañas merideñas donde uno
habita y otra distinta vivir la extraordinaria experiencia de leer y escuchar
las letras de estos versos en el corazón de los llanos.
Florentino y el diablo es
el proverbial poema del escritor y político venezolano Alberto Arvelo
Torrealba, cuya primera versión es de 1940 y fue ampliada y modificada por el
mismo autor. La obra se ha representado en forma de pieza musical, habiendo
sido adaptada al cine, teatro y televisión. Es uno de esos textos icónicos que
está destinado a la inmortalidad.
Florentino
es retado por Satanás a un duelo de versos y logra triunfar. La trama mantiene
la estructura tradicional, en la cual, a través de la historia de la
civilización se plantea que el alma de un hombre con virtudes excepcionales es
deseada por el demonio.
Las
interpretaciones y los aportes culturales del poema son innumerables. Desde el
comienzo de la obra los dos personajes están claramente marcados por su
carácter “distinto”. Sin embargo, al contrario de otras manifestaciones
civilizatorias, no se trata de una confrontación entre el bien y el mal. Se
trata de un duelo entre la maldad y la excelsitud. Particularmente de cierta
forma de excelencia propia de la condición de ser venezolano.
Bajo
un manto tenebroso el diablo se
muestra en su forma más clásica: “Negra
se le ve la manta, negro el caballo también; bajo el negro pelo'e guama la cara no se le ve". Su presencia es atemorizante. "Un golpe de viento guapo le pone a volar la blusa, y se le ve jeme y medio de puñal en la cintura". El reto es directo, y las preguntas las hace de manera contundente, sin ambages. Conoce a Florentino y desea su alma. No se permite ni un ápice de humor y expresa cada verso con agudeza, profundidad y dureza. Lo argumentativo está hiperelaborado, lo que le da más fuerza al texto. Incluso le reprocha a Florentino lo que él considera "flojo" en alguna de sus respuestas: "Así cualquiera responde barajando la pregunta. Si sabe, dé su razón y si no, no dé ninguna".
Por encima de todo, el diablo siente respeto por Florentino, de lo contrario no querría su alma. El contrapunteo comienza de la siguiente forma: "Catire quita pesares contésteme esta pregunta -"¿Cuál es el gallo que siempre lleva ventaja en la lucha y aunque le den en el pico tiene picada segura?" El solo hecho de llamarlo "catire" (venezolanismo) denota seriedad y admiración.
Por otra parte Florentino es alegre y festivo, al comienzo "está silvando sones de añeja bravura". Su temperamento es lúdico y existe humor en sus versos, incluso cuando sabe que su alma está en vilo. Improvisa de manera divertida y el diablo le recrimina que a veces se le va la idea. Para el llanero, la vida es práctica, pudiéndose resumir en una estrofa su relación con los demás: "Entre cantadores canto, entre machos me rebelo, entre mujeres me sobra muselina y terciopelo, cuando una me dice adiós a otra le pido consuelo". No hay pesar que valga un despecho para Florentino.
Entonces ¿Por qué el diablo quiere el alma de Florentino? Ese es el punto y el maléfico lo dice claro: "...lo que se perdió no importa si está de pies el vencío. Porque el orgullo indomable vale más que el bien perdío". Florentino representa al héroe venezolano por antonomasia. El que es capaz de vencer al rey de los infiernos y "reírse de la gracia". Para el diablo, su alma está por encima de cualquier otra porque no hay forma de doblegarlo. No puede convenir con él porque es la representación inusual y extraordinaria de un ser que se destaca de los demás por permanecer incólume aunque luzca derrotado. Es la gran figura criolla por la cual nos embelesamos y sentimos admiración. Su carácter siempre fascinante se encuentra enclavado en nuestro inconsciente colectivo.
Publicado en el diario El Universal de Venezuela el 21 de septiembre de 2015.
Ilustración de @Rayilustra
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ResponderEliminarEste relato es una las formas de expresar el orgullo de ser venezolano. Según mi poca experiencia, creo que una nación que pueda cultivar su cultura junto a su identidad única como nación puede avanzar dejando ver al resto del mundo el privilegio que significa haber podido nacido en esa tierra. En el caso particular de Venezuela he visto como figuras del folklore venezolano como el Silbon, la llorona y la Sayona o incluso el florentino y el diablo han ido quedando en el olvido entre los más jóvenes quienes no dudan ni segundo en reconocer a figuras como Dracula, Frankenstein, Godzilla, entre otros.
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ResponderEliminarEs difícil diferenciar entre si, por un lado, el poema de Florentino y el Diablo nos sirve para reivindicar nuestra cultura o, por el otro, constituye solo es una expresión caduca de nuestra idiosincrasia pues, aunque vivimos un presente lleno de petulancia, soberbia, pedantería, ínfulas y demás sinónimos, todo aquello que se puede resumir en el término "viveza criolla", seguimos siendo una nación que se mantiene “riéndose de la gracia”.
ResponderEliminarHaré evocación de una versión si se le puede llamar "actualizada" del poema mencionado, en palabras de un artista venezolano fallecido hace 9 meses en circunstancias inusuales, cuyo nombre es Tyrone González mejor conocido como Canserbero. En su disco "Muerte" del año 2012 en la canción nº 2 de título "Es Épico", Canserbero narra una experiencia ficticia de su estadía en el infierno, durante la cual reta al Diablo a un "duelo de rimas" (tradicional del hip hop). En esta ocasión, un Diablo más modernizado, le dice a Canserbero: "antes que nada te maldigo, voy a hacer que sufras el peor de todos los castigos. Como te atreves a retarme en castellano y en este ritmo tan pobre como el suelo donde te has criado.", a lo cual el último responde: "con mas razón tu deberías avergonzarte de perder un combate con un homo sapiens, ademas te explico, se llama Venezuela donde nació este tipo y tu no puedes maldecirme porque ya yo estoy maldito.".
No podemos usar esta "expresión artística" para sintetizar la evolución cultural que ha tenido nuestro concepto de nación o nacionalidad en la actualidad, pero el pesimismo y la vergüenza son cada vez más frecuentes en el discurso cotidiano.
El poema de Florentino y el diablo se puede interpretar desde el análisis de la realidad venezolana, la cual ha querido ser enajenada y atropellada por diversas formas culturales y publicitarias hacia la transculturización.
ResponderEliminarFlorentino representa la venezolanidad bravia desde todos los aspectos, personalidad, las costumbres, la música, la cultura y las costumbres y el diablo representa la transculturización por ello El Diablo quería el Alma de Florentino, pues representa la esencia del ser Venezolano, el cual reconoce y por eso lo reta como medio para debilitar nuestra cultura y sembrar otras en su lugar.
Cosa que no pudo el diablo pero si lo están logrando los medios publicitarios a través de grandes campañas
Nunca olvidemos el Florentino que llevamos por dentro, el venezolano recio capaz de superar las dificultades y que siempre esta en pie.
Debemos sentirnos bien de lo que es ser venezolano, que bonito es ir a otra ciudad y en la estadía compartir las costumbres de la gente eso agrada mucho, no solo en el llano, sino en todos los rincones de venezuela, simbolo del personaje florentino el recio llanero, que según la leyenda y lo poco que conozco era el valiente hombre que mediante coplas se mostraba que era capaz de idearse cualquier cosa por defender lo suyo. Respetando la forma de pensar de cada quien pero la transculturización es impresionante, desconocemos las costumbres propias que deberíamos saberlas muy bien, pero perfectamente le preguntas a muchas personas costumbres ajenas y te las describen inmediatamente, ultimamente en todos lados de nuestro pais se ve esto, han introducido una mezcla de otras culturas y como que arrinconando la nuestra.
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