Las palabras son las armas de la política. Cuatro ejemplos: Alemania, Cataluña, la Cuba de los Castro y la Venezuela de Maduro
Mucho se ha insistido acerca de la relación entre política y guerra. No faltan
motivos: la política como la guerra requiere del enfrentamiento entre
adversarios y por lo mismo de armas. Pero las armas de la política son las
palabras. Cuando la política agota las palabras, estamos cerca de la guerra.
Si las palabras son las armas de la política, tenemos que
escoger las armas para enfrentar al adversario. En cierto sentido el adversario
determina el tipo de armas a usar. Así como en la guerra no podemos enfrentar a
un tanque con una bayoneta, en la política no podemos enfrentar a un dictador
con un lenguaje sublime.
En política la hegemonía solo puede ser lograda mediante
el acertado uso de las palabras. Derrotar al adversario es lograr que nuestras
palabras y no las del adversario sean las que dominen en el espacio ciudadano.
Al llegar a ese punto no debemos olvidar la primera regla de la semiótica. Dice
así: la realidad es una construcción gramatical.
De lo que se trata en política es de derrotar al
adversario imponiendo la hegemonía de un discurso gramatizado en cadenas de
significantes. Por cierto, ningún significante da cuenta total del significado
que pretendemos revelar. Hay que usar por consiguiente los significantes más
adecuados. Tal vez deba explicar este punto con ejemplos.
Siguiendo las discusiones en la lucha electoral que tuvo
lugar en Cataluña me fue posible observar como diversos grupos políticos se
referían al nacionalismo catalán empleando diversos significantes. Los partidos
catalanistas se autodenominaban “independentistas”. Sus adversarios en cambio
los llamaban “separatistas” e incluso “escisionistas”. Y bien, si las
diferencias semánticas entre esos tres significantes no parecen ser muy
grandes, en el marco de la discusión política sí son gravitantes.
Independencia significa liberarse de un Estado opresor.
Separatismo significa restar una parte de la nación a otra nación. Escisionismo
alude a una ruptura sin reconciliación. ¿Cuál de estos términos impondrá su
hegemonía? Gran incógnita. Lo único que sabemos es que de esa hegemonía depende
el destino de la nación española.
Hay en Europa otro país en donde la lucha política se ha
transformado en una discusión (aparentemente) nominalista. Me refiero a
Alemania. Pero a diferencia de España, el objetivo allí es imponer un
significante sobre un fenómeno que irrumpe desde fuera del espacio político
común, a saber, los enormes contingentes de árabes, predominantemente sirios,
que entran al país. Sin embargo, al igual que en España, la denominación
hegemónica del fenómeno tendrá gran importancia para el curso de la política en
los próximos años.
Según sectores conservadores los recién llegados son
simplemente “emigrantes”. Para los grupos de la ultra derecha en cambio, se
trata de una “invasión”. Los socialdemócratas se debaten entre la terminología
conservadora y el uso de términos neutros, como “asilados”. Para Angela Merkel
y quienes apoyan su política de puertas abiertas, los recién llegados son lo
que son: “refugiados de guerra”.
Las intenciones que subyacen en cada término son
evidentes. Si hablamos de emigrantes nos encontramos frente a un problema que
no es político sino demográfico. Si hablamos de invasiones, hay que pensar en
bárbaros que vienen a imponer sus costumbres y religiones. Si hablamos de
asilados, la tarea es hacer un corte discriminatorio entre los que vienen por
razones políticas y los que huyen de bombardeos. Si hablamos de refugiados de
guerra, hay que recibirlos a todos.
Todo esa variedad semántica nos demuestra como la
significación de un hecho condiciona a la política que hay que asumir frente a
ese hecho. Así se prueba una vez más que las palabras que usamos (no sólo en
política) a la vez que emergen de una realidad son portadoras (y constructoras)
de realidad.
Sin embargo, que la denominación de Angela Merkel:
“refugiados de guerra” sea la más exacta, no garantiza de por sí su hegemonía.
Términos como invasiones (incluso inundaciones) apuntan a remover miedos
ocultos. De la misma manera, términos como emigrantes o asilados son usados
para desviar la atención con respecto a la palabra “guerra”, la menos popular
en Alemania. En política, ya deberíamos saberlo, no siempre se impone la
verdad.
Para que el discurso más verdadero logre su hegemonía se
requiere no solo de su verosimilitud sino del más intenso debate público. La
terminología que al final se impondrá nos dirá de modo preciso cuales son los
sectores o grupos políticos que ejercen hegemonía en la política de un
determinado país.
En España y en Alemania el debate público está
garantizado al menos por instituciones democráticas, por una prensa libre y por
la pluralidad política. Pero ¿qué ocurre cuando la competitividad entre los
significantes se encuentra bloqueada o entorpecida desde el poder como suele
suceder en regímenes no democráticos?
En América Latina tenemos dos casos extremos. Me refiero
a Cuba y a Venezuela.
En esos dos países cuyos gobiernos son controlados por
partidos-estados, los detentores del poder han logrado imponer durante mucho
tiempo un discurso oficial. Pero también, en los dos casos, dicho discurso ha
terminado por perder credibilidad (hegemonía), aún entre sus propios divulgadores.
Esa ausencia de credibilidad origina a su vez el desarrollo de contra-discursos
los que si bien no llegan a hacerse públicos en los medios de difusión, no por
eso dejan de existir.
Fidel Castro y Hugo Chávez lograron -y quizás hay que
remarcar: no solo por la fuerza- imponer la creencia de que ellos eran
portadores de una revolución. Hoy día, sin embargo, son muy pocos los que creen
que Raúl Castro o Nicolás Maduro sean representantes de alguna revolución. ¿Qué
nos dice este síntoma? Algo muy sencillo: Si el discurso de regímenes no
democráticos pierde su credibilidad (hegemonía) nos encontramos frente a una
profunda crisis de legitimidad de esos regímenes.
El caso de Raúl Castro es patético. Cuando pronuncia la
palabra revolución todo el mundo se pregunta: ¿Puede hablarse en tiempo
presente de una revolución después de más de medio siglo de haber sido
iniciada? Y si de todas maneras eso fuera posible: ¿Contra quienes la están
haciendo? ¿Contra el capitalismo, precisamente en el país que ha sido
convertido en el paraíso de los turistas? ¿el que más ha abierto las puertas al
capital extranjero en toda América Latina? Raúl Castro no puede ni siquiera
engañarse a sí mismo. La palabra revolución solo tiene sentido para designar a
la oposición como contrarevolución y así continuar manteniéndose en el poder
con la fuerza de las armas y no con las de la política. Dicho lo mismo en
términos casi gramscianos: el castrismo es todavía una fuerza instrumental
dominante pero ya ha dejado de ser una fuerza política hegemónica.
Frente a esa realidad la oposición cubana tiene dos
opciones que no se contradicen entre sí: designar al régimen de Castro como lo
que es, una dictadura militar y designarse a sí misma como “democrática”. Ese
segundo camino ofrece la ventaja de que, sin ser nombrado, el régimen es
entendido como una dictadura y a la vez la oposición conforma su propia
identidad política ante sí y frente al enemigo.
Para Maduro a su vez, toda la oposición está formada por
la “derecha fascista”, absurdo significante dedicado a designar a un conjunto
político pluralista en el cual los partidos social-democráticos tienen
preeminencia. No obstante, a diferencias de Castro, Maduro debe contar con la
existencia de contra-discursos muy consolidados en la arena política.
Por un lado, para sectores de la oposición el gobierno de
Maduro es fascista, para otros, comunista, e incluso para algunos, las dos
cosas a la vez. Pero por otro lado ha aparecido un contra-discurso popular
cuyos significantes tienen que ver muy poco con las terminologías en rigor. Lo
vamos a decir del modo más sencillo:
A la señora que hace colas para conseguir alimentos, al
marido cuyo sueldo ha sido devorado por la inflación, en fin, a la gran
mayoría, les importa muy poco si el gobierno es autoritario, fascista,
estalinista, bonapartista o cesarista. Para ellos ese gobierno es antes que
nada “un gobierno incapaz” (otros dicen “gobierno de mierda”: pero es lo mismo).
“Gobierno incapaz” es un significante surgido de la
experiencia cotidiana. Por lo mismo debe ser entendido en su connotación
política. Ese significante nos dice que la mayoría de los ciudadanos votará el
6-D en contra de los oficialistas no porque de pronto haya descubierto que
representan a una dictadura. Lo va a hacer por la sencilla razón de que la
experiencia ha mostrado que ese gobierno ha provocado una feroz crisis
económica, política y moral, crisis frente a la cual no es capaz de ofrecer
ninguna alternativa. Eso quiere decir que el principal enemigo de ese régimen
ha sido su propia incapacidad. Publicitar y politizar esa incapacidad ha sido,
a su vez, un mérito de los partidos políticos organizados en la MUD.
Por cierto, “gobierno incapaz” no es una categoría
sociológica ni politológica. No obstante, según las informaciones de que
dispongo, ese significante ya ha establecido su hegemonía gramatical en el
discurso político popular. Harían bien los candidatos si atendieran a ese
detalle.
Denunciar al régimen como a una dictadura en el marco de
una lucha electoral, más allá de que efectivamente lo sea, solo interpela a los
sectores más politizados del país: a los que sufren directamente las
arremetidas dictatoriales. En cambio, denunciarlo como “gobierno incapaz”
interpela y moviliza a la mayoría, incluyendo a muchos que en el pasado votaron
por el chavismo. Y sin mayoría –es bueno recordarlo- no puede haber hegemonía.
La exactitud semántica y la exactitud política de una
palabra no siempre coinciden entre sí. La política en tiempos electorales no se
rige por normas académicas.
Texto publicado por FERNANDO MIRES en:
http://polisfmires.blogspot.com/2015/10/fernando-mires-acerca-del-uso-correcto.html
el 18 de octubre de 2015.
Twitter: @FernandoMiresOl
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ResponderEliminarTodo se refiere poder imponer sus ideologías en base a perpetuar en el poder, utilizando un lenguaje donde anula o destruye al opositor en el caso nuestro el mal llamado gobierno “revolucionario” no es más que un gobierno inútil que se la acabo el discurso, donde todos los problemas de nuestro país había un culpable , nunca asume los problemas con responsabilidad para posibles soluciones, por lo tanto es el opositor el culpable utilizando palabras como “guerra económica” ,antipatriotas fascista etc…..
ResponderEliminarLa política en Venezuela desde la llegada de Chavez ha sido discriminatoria hacia los que piensan distinto o no comparten su ideología política, era tan resentido social que llego al punto de dividir a los Venezolanos. Hoy en día nos encontramos en una crisis tan grande que nos afecta a todos por igual ya seamos oficialistas u opositores. Este gobierno utiliza sus discursos absurdos para lavarle el cerebro a sus seguidores y usan un lenguaje sucio y discriminatorio para dirigirse a los que no están de acuerdo con su revolución. Si fuera un gobierno que en realidad quisiera a Venezuela en general, trabajaríamos todos unidos para tener un mejor país y una mejor calidad de vida.
ResponderEliminarLas palabras se convierten en política en la medida en que el mensaje que se comunica no es solo un mensaje sobre el mundo o sobre una situación social particular, sino sobre todo, un mensaje donde se deja ver el poder y la autoridad por parte de quien las pronuncia. También las palabras en la política se pronuncian por ideales colectivos expresados como tales.
ResponderEliminarLas palabras del odio, del miedo y las palabras populistas, todas ellas forman parte del lenguaje político dañino. La descomposición del lenguaje político está adherida a algunos discursos sin importar su color. Mensajes que se sirven de palabras y expresiones que contaminan o enmascaran la realidad; en algunas ocasiones, en un intento de resultar atrayentes u ocurrentes, pero, en otras, persiguen aplastar al oponente y engañar a votantes, tal es el caso cuatro países: Alemania, España, Cuba y Venezuela. En este comentario solo se expondrá el caso venezolano, que sirve de referencia otros contextos.
A diario, la actualidad nos brinda muestras de esta mala práctica. Aquí, en Venezuela una docena de agrupaciones incluyen muchos más ejemplos que insinuaciones y expresiones ponzoñosas. Algunas de ellas son muy recientes y otras del pasado, incluso de las más terribles.
Particularmente, la principal fuente de desatino en lenguaje en Venezuela es el presidente Maduro. Y, en general, de todos quienes conforman el Gobierno. El lenguaje que emplea el presidente Maduro es motivo de risa y de burlas en todas partes, también es un lenguaje que insulta, injuria al contrincante y lo utiliza sin saber su significado real. Son la mayoría desatinos que tienen su fuente en la tosquedad del lenguaje. No conocer la palabra trae como resultado su mal empleo. Pero hay otra fuente, que es el uso de expresiones que no tienen ningún sentido en el contexto. Eso de que el Presidente, en un círculo oficial con un conjunto de diplomáticos, diga que ellos van a ser recibidos cariñosamente es un absurdo. Es una palabra que no tiene cabida en el lenguaje diplomático. La impresión que se tiene es que ni Chávez ni Maduro tenían o tienen noción de la dignidad del cargo que representan. Un Presidente de cualquier nación, no puede hacer ciertas cosas mientras esté en el mando. Eso mismo pasa con el lenguaje. Tiene que corresponder a lo que se llama la cortesía diplomática. Maduro emplea el lenguaje que le da la gana sin ningún sentido.
Las palabras en la politica tiene que tener una base que la respalde, porque en un gobierno se pelea es con las palabras y esas palabras tiene que tener un vocabulario correcto y que se encuentre dentro del diccionario o noción, ya que no es posible que un gobernante tenga un mal vocabulario o falta de palabras correctas a la hora de dirigirse a una población o ha un grupos de compañero del mismo rango y no se sepa expresar correctamente. porque a la horade dar un mensaje tiene que llegar con autoridad por parte quien la pronuncia y mostrar el poder que tiene a cargo y eslo menos que tiene el sr. maduro.
ResponderEliminarhoy en dia se puede observar en el gobernate de nuestro país, que no maneja un lenguaje apropiado al momento de expresarse ya sea con otros gobernantes o con el pueblo que no lo aceptamos como presidentes. a veces me pongo apensar y digo que como un analfabeto pueda ser el representante de una población donde se encuentran mejores personas preparadas y me respondo que es por el facilismo que le esta dando a un grupo de personas es por tal manera que el todavia se encuentra en ese poder.
El discurso y la palabra son las mayores armas que posee un ciudadano ante la guerra política de confrontación y ataque de un mandatario ineficiente, dictatorial e incapaz. Pero debe ser un discurso en la misma tónica fuerte, tajante y ruidoso pero no caer en el mismo odio y la desunión, más bien procurar la unión y la reconciliación de todos los venezolanos, para lograr la madurez política y en un futuro muy cercano tener la firmeza y capacidad de elegir correctamente nuestros gobernantes. Recordemos y reflexionemos porque en la actualidad tenemos los gobernantes que tenemos o por que la mayoría del pueblo los eligió.
ResponderEliminarEl discurso es poder de convencimiento y como ejemplo palpable están las religiones, donde un líder logra congregar a través de un discurso esperanzador a miles y miles de seguidores, educados y adoctrinándolos hacia su creencia.
El gobierno en la actualidad se ha mostrado ineficiente desde todos los puntos de vistas, mas sin embargo sus adversarios deben procurar un discurso tanto de ataque a sus políticas como de solución firme a sus seguidores y no seguidores para captar su voluntad del voto a través de la unión y reconciliación de venezolanos. Sin utilizar los improperios que usa el gobierno hacia quienes lo adversan.
Es importante mantener la firmeza, la honestidad, la tolerancia y sobre todo la educación para convencer cada día a más seguidores, sin utilizar adjetivos que puedan de una manera herir la posición de los más vulnerables y no caer en esas confrontaciones violentas de ataque de ambos lados, pues siempre cobraran las consecuencias a los más vulnerables.
“Yo crecí viendo a Chávez en cadena” esa expresión la usamos aquellos que alcanzamos los 7, 8 años o más para el año de 1999 y vimos el inicio de un período que nos acompañaría hasta la adultez. Sin embargo, en materia discursiva, el Presidente Chávez en sus primeros años era un personaje que la gente se sentaba a escuchar. El populismo en sus palabras llegaba al ciudadano común, aquel que no pertenecía a la “oligarquía”, la “burguesía”; de esa manera, marcó una brecha significativa que le garantizó el éxito en el terreno político, por lo menos durante unos 12 años antes de ser diagnosticado con la fatal enfermedad. En el aspecto discursivo, el fallecido Presidente adquirió las herramientas necesarias para comunicarse con el sector de la población al cual le interesaba llegar.
ResponderEliminar“Yo no escuché a Caldera” es otra expresión que podemos usar los de esa generación y las posteriores, que no supimos lo que era escuchar hablar a otro Presidente hasta la llegada de Nicolás Maduro.
Pero el caso de Maduro es bastante patético, pues su popularidad se basó en sostenerse bajo la sombra de su predecesor y sobre la base de su discurso y la poca estabilidad que se conservaba en el país cuando le fue entregado el puesto a dedo. En el madurismo es donde vemos la perdida de hegemonía del discurso que señala Fernando Mires en su artículo, pues a pesar de que se hizo el intento de preservar la brecha divisoria y Maduro intento emular el discurso político del chavismo, la ineficiencia ha sido más perjudicial para su propio bienestar. La poca experiencia política, la falta de lectura o la simple ausencia de capacidad oratoria, podríamos atribuirle cualquiera de estas características a su fracaso, pero para muchos no es exagerado inferir que, de seguir vivo, el mismo Hugo Chávez habría visto su revolución caerse a pedazos.
Si todo hecho público es un acto político, lo que definirá la clasificación y asimilación de dicho acto estará basado en la forma de utilizar la lengua y el ambiente en el cual el receptor se encuentre, en donde cada palabra podría desembocar en un malentendido de proporciones épicas. Por ejemplo, no será lo mismo hacer un acto de beneficencia pública y expresar que: “Son regalos que nos sobraron” a “Son regalos exclusivos” El hombre toma de manera inherente más valor al acto de la acción (de la mano con la lengua utilizada) que el objeto en sí mismo.
ResponderEliminarEn el caso particular de Venezuela y en mi corta experiencia. Acentuar en la sociedad y el ciudadano común el significante de "gobierno incapaz" ha sido más efectivo que la denominación "Gobierno comunista" enmascarado bajo el nombre de Revolución Bolivariana, ideología en la que muchos creen todavía ciegamente... aun después de tantos fracasos claramente ejemplificados durante la historia.
Entonces creo que es evidente que para una mayor aceptación de la realidad gramatical actual, algunas veces el uso de palabras de acuerdo a las experiencias reales del momento tendrá más poder que utilizar conceptos en donde la mayoría ignora el verdadero significado.
Una acción vale más que mil palabras. Es uno de los dichos más famoso. Sin embargo, un uso estratégico de las palabras puede llegar a corromper a una nación y transformar su pensamiento de la manera más hostil y déspota, la historia nos ha demostrado que, es más que aplicable y por ende reutilizado.
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ResponderEliminarJesús Marquina 25.560.559
ResponderEliminar" Cuando la política agota las palabras, estamos cerca de la guerra"
Es indispensable que un gobernante o un jefe supremo maneje un lenguaje sublime y una conducta peculiar. Definitivamente este no es el caso de nuestra querida Venezuela, la falta de experiencia o el simple hecho de no apreciar su país como lo merece, ha llevado a una situación de fracaso, a que cada día que transcurra nuestra vida se convierta en susurro.
Indigna ver pasar el tiempo y no escuchar alternativas, sino todo se torna contraproducente.. Recibimos humillaciones, apatía al momento de formar una familia y no obstante con eso perdimos el derecho de adquisición. Para nadie es un secreto que en Venezuela hay una ¡GUERRA ECONÓMICA!
Que lindo es recordar esa época donde eramos felices y no lo sabíamos, Sin embargo, comentando no se soluciona absolutamente nada, ha llegado el momento de cambiar y contribuir.
No olvidemos esa fecha tan importante que se aproxima, quizás sea nuestra ultima esperanza.
La palabra arma de doble filo, no para todos puede significar lo mismo y es completamente aceptable ya que de ese modo estamos reconociendo la libertad de pensamiento y obra.
ResponderEliminarHablar con la verdad suele ser tan difícil para políticos, activistas, y hasta para un ejecutivo que intenta conseguir un nuevo cliente, por que esta suele ser tan subjetiva y sobre todo para los políticos ya que estos por popularidad pueden llegar hasta a jugar con la mente de cualquiera, hacen promesas que muchos no llegan a cumplir por que cuando tienen poder se les olvida como y para que llegaron a dónde están, aquellos que cumplen con algunas peticiones muchas veces se ven traicionados por su equipo; como varias veces he escuchado de que fue lo sucedido con el fallecido presidente Chávez, pero como mandatario nacional ¿Que tan ciego pudo estar para no darse cuenta de los robos a PDVSA, robos en consejos comunales, abuso con las misiones etc?, tienes que estar sin ojos para poder ignorar tanto y si alguna vez tuvo buena intenciones fueron enterradas con todos aquellos actos donde humillo Venezolanos solo por pensar diferente o regalar parte de nuestra riqueza a otros países.
Lo que pasa es que muchos Venezolanos sufren de malísima memoria pero todos aquellos que nos hemos despedido de un ser querido por que va a buscar algo mejor en otro país, aquellos que han sufrido una pérdida en manos del hampa o sin ir tan lejos ver lo que esta sucediendo con nuestras ilustres casas de estudio, tenemos la responsabilidad de recordar, luchando por lo que pensamos y queremos para nuestra hermosa Venezuela.
24.191.110....En la política muchas palabras causan malos entendimientos palabras ofensivas, unas no otras pues la guerra de palabreos ahi entre oficialistas y gente de la oposición, fascistas, dictadores,terroristas, no para de contar el rencor en la división de un país hoy en día como perros y gatos, sabemos que algo no anda funcionando bien, esta grave la cosa, si algo no sirve durante un tiempo para que seguir insistiendo y perdiendo tiempo, simplemente un capricho, ahi esta cuba con bastantes años de dictadura y como que está igual la supuesta revolución, y ahora van a venir con revolución aqui en venezuela creo que es un capricho, y entra el desespero porque no hay una respuesta satisfactoria, y allí crecen las confrontaciones, rencores, un pais dividido totalmente porque otros quieren revolución!!!
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ResponderEliminarLa verdad es que no dejamos de asombrarnos con la posición del régimen cubano ante las negociaciones de acercamiento con el gobierno de los EE.UU., iniciadas en diciembre del pasado año de 2014. Con tanto daño que han hecho a su propio pueblo y a Latinoamérica en particular, tienen el cinismo se seguirse considerando víctimas del embargo económico y financiero impuesto por los EE.UU desde hace varias décadas.
ResponderEliminarLo que ambos lados no entendieron fue que el destino de la isla no puede ser medido en plazos inmediatos. Es cierto que los Castro han debido enterrar –aunque solo sea por un tiempo- la que hasta ahora había sido su legitimación ideológica: el anti- norteamericanismo. Gracias a ello Obama ha logrado un acercamiento a diversos gobiernos latinoamericanos ante los cuales Cuba todavía operaba en los registros de lo simbólico. Así Obama está terminando con la imagen de “vanguardia continental” que tanto cuidó Fidel Castro.
Raúl, un tecnócrata, ha cambiado su aislamiento económico por un mayor aislamiento político. Aparentemente no pareciera ser así. Pero si se tiene en cuenta que a Raúl nadie lo aplaude fuera de Cuba -nadie lo cita, nadie quiere seguirlo, no es un conductor heroico para ninguna juventud- se entiende mejor lo dicho. Ni Maduro se atreve a nombrarlo. Cuba no es un ejemplo para nadie en América Latina. Y si el gobierno dictatorial venezolano es derrotado en las parlamentarias del 6-D, ese aislamiento será todavía mayor.
Venezuela atraviesa la crisis económica más grave de su historia pero la fractura del sistema de principios y valores es el legado más terrible que estos años de gobierno nos dejarán como herencia. En las primeras de cambio, se instituyó la futura orientación del gobierno: el presidente recién electo justificó el hecho de que alguien pudiera robar para combatir el hambre. Ese fue el punto que abrió la primera esclusa de las reservas morales y desde allí nunca ha dejado de gotear esa represa
Mucho hemos leído, visto y oído acerca de la patria en estos últimos tiempos. Hemos visto a quienes las mencionan por el dolor de verla reducida a escombros y a quienes la usan sólo con fines propagandísticos para aglutinar el sentimiento nacionalista en torno a un proyecto político fallido que se viene desplomando a velocidad de vértigo.
jose peña C.I 22664962
Hay materiales que son utilizados para el trabajo y su posterior remuneración o pago, en el caso de un carpintero el material de trabajo es la madera claro está, para un político o emisores de la voz su principal material son las palabras con lo que selecciona al igual que el carpintero (con su madera), las palabras apropiadas en el contexto para construir y transmitir su mensaje a un público en general que acepta o no apoya el discurso dado. El pago de los políticos por ser buen orador y selector de palabras a la hora de dirigirse a la gente y lograr el fin último de persuadir a las masas es lograr el apoyo electoral de la mayoría para otorgarle poder y hegemonía convincente de su modelo ideológico o (conjunto de palabras seriadas) es lo mismo.
ResponderEliminarLa palabra para quienes no se interesan en valorarla les puede dar igual un termino con otro, pero la verdad es que la palabra tiene un gran poder dentro de nuestro sistema de comunicación es muy importante saber manejar bien las palabras para poder transmitir con satisfacción lo que se desea y no salir “con el tiro por la culata” al no conocer la semántica y la intención de cada frase. Para quienes trabajan con este material mi mensaje de atención y precaución para que no se metan en sendos líos, o si no preguntémosle al primer mandatario de Venezuela que acostumbra “salir de Guatemala para entrar en Guatepeor”.
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ResponderEliminarEl lenguaje permite a las personas manifestar lo que piensan, da lugar a que haya un sinfín de temas a tratar, temas de amor, odio, educaion, costumbres, dicho en otras palabras el lenguaje es medio de comunicación que emplean los seres humanos en cualquier ámbito de sus vidas.
ResponderEliminarLa palaras como arma de la política son manipuladas de una forma muy particular para conseguir básicamente dos objetivos:
El primero es que las palabras que emplea un político buscan estar acorde al significado que le dan los ciudadanos en el día a día para que así se logre consolidar la difusión del mensaje que el político quiere transmitir.
Segundo la palabras que usa el político buscan atacar a aquel que no esté de acuerdo con la ideología que este quiere imponer.
No se puede obviar, que para conseguir esos dos objetivos la política tiene que apoyarse en la propaganda y para poder cagar con los gastos de una propaganda masiva esta debe usar una cantidad de recursos importante. ¿de donde salen los recursos para hacer propaganda a los políticos e nuestro país? no lo sé. En campañas políticas el que tenga más propaganda es el que genera más posibilidades de salir victorioso en las elecciones.
Los eufemismos que emplea el gobierno para darle otro significado a lo que está pasando en nuestro país son de gran magnitud, distorsionan la situación y aceptan a medias lo que ocurre. Hablan de que si los representantes de la oposición llegan al poder del país habrá una especie de resurrección de hechos históricos en que Venezuela volverá a ser como en la “cuarta república”, o que se yo. Nos dicen que si la oposición llegase al poder habrá una liberación de precios, entonces me digo a mismo que es lo que van liberar si al parecer cada semana los productos de primera necesidad alcanzan precios exorbitantes con completa libertad, se hablan de productos regulados y precios justos en los productos y los hay no se puede negar, pero por estos productos generan acumulaciones de personas en largas filas de personas.
Por otro lado cada vez que vemos un político representante de la derecha en tv o por cualquier otro medio lo vemos disparando ataques verbales al gobierno de la republica que logran mover a una minoría a su favor, los vemos diciendo y haciendo promesas al pueblo venezolano sobre que toda la situación va a cambiar con una nueva gestión de gobierno, nos dice lo obvio, pero no ponen en el mantel como van hacer para que cambie la situación, faltan más detalles en sus planes. No sabemos qué ocurrirá.
Debemos tener esperanza aunque Nietzsche nos diría que “la esperanza es el peor de los males, porque prolonga en sufrimiento humano”
Yo creo que estamos condenados a creer en los políticos puesto que son los únicos que se toman la tremenda responsabilidad de dirigir una nación, sin embargo no del todo bien como se espera en la mayoría de los casos.
Las palabras usadas en términos políticos no siempre significan lo que son, más bien son armas de convencimiento que no siempre coinciden entre sí. En el caso de cuba que lleva tanto tiempo en REVOLUCION lo que en realidad ha sido por siglos COMUNISMO, le ha dado resultado y es lo que ha sucedido en Venezuela, desde los inicios de Chávez hace mas de 15 años, usando ese mismo termino nos hicieron creer que el país iba a avanzar cuando en realidad ese termino de revolución significo humillación, discriminación y desabastecimiento de allí que el opositor prefiere decir que es un gobierno incapaz que un gobierno comunista, y ahora que están tan cerca las elecciones más, porque hace que el venezolano de a pie se movilice y se active contra el régimen disfrazado y fracasado que tenemos eso quiere decir que, el principal enemigo de este régimen ha sido su propia incapacidad; y a perdido influencia, aunque hay que ser muy sinceros este gobierno jamás se ha caracterizado por un léxico muy académico y nos referimos a la forma que tienen de expresarse y llamar a los que piensan diferente es decir a los que si razonan y piensan en el futuro de nuestro país. Al gobierno venezolano se le ha acabado el discurso por lo tanto estamos en guerra, partiendo de la idea de que un dictador no se conoce por su léxico académico. ¿Piensa usted que en Venezuela existe un gobierno revolucionario o un gobierno comunista? La respuesta se verá este 6 de diciembre en las elecciones parlamentarias.
ResponderEliminarEn politica, lo relevante es saber que uso se le da a la palabra y como lograr su credibilidad, esto se lleva a cabo mediante el uso correcto de las misma, es necesario señalar la situacion politica que ha surgido en nuestro pais mediante un pensamiento revolucionario con un lenguaje muy vago y pobre, que trata de convencer por medio de sus discursos situaciones sociales y economicas que no existen. por el contrario estamos frente a una crisis economica o mejor dicho una guerra que ha llegado a este punto por la minima credibilidad del lenguaje de los politicos que han surgido en este movimiento. el poder de su palabra a logrado destruir esta nacion por la simple razon que quisieron hacer mucho en sus discurso, y que a la hora de llevarlo a cabo no fueron capaces de enfrentar un pais y llevarlo a su mas alto nivel, convirtiendose en un gobierno incapaz de lograr una estabilidad social y economica. en consecuencia el peor enemigo de esta llamada revolucion ha sido su discurso puesto que el mismo no tiene credibilidad.
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ResponderEliminarManuel Alejandro Díaz Rincón C.I. 25.886.682
ResponderEliminarEn las guerras, el ganador es aquel que utiliza mejor sus recursos, en la política se podría decir lo mismo, aquella persona o aquel grupo de personas, que quieran gobernar un país o un estado, utilizando bien sus palabras (armas) podrán vencer. En el caso del actual gobierno de Venezuela, se podría decir que por allá en el año 1999, cuando su mandamás fuera elegido como presidente, este utilizo bien sus palabras, diciendo lo que la personas querían escuchar, ocasionando que muchas de ellas, creyeran en su capacidad para gobernar un país; un tiempo después de aquel discurso que empleo en 1999, este se iría desgatando poco a poco llegando al punto, en que el gobierno se mantiene en el poder con acciones como: el cambio de leyes que solo lo beneficiaba a él y a su gente, por el mal trato que da a las personas que estaban en su contra o que quería un cambio en el país o cerrando cualquier vía de liberación que tuviese el pueblo para poder zafarse de sus gobierno, y por la buena conducción de un país; llegando a ser una tiranía, llamada socialismo del siglo XXI, en la que todavía nos vemos afectados o envueltos con todo y su líder muerto.
En la sociedad actual los políticos juegan un papel protagonico en el desenvolvimiento de la misma. Pero, para que estos lleguen a ese nivel, es necesario un proceso de persuasión, de convencimiento de las mayorías; para eso su principal herramienta es la palabra.
ResponderEliminarPor ejemplo, en Venezuela hace mas de 15 años se vendió un concepto de socialismo, que hoy día su protagonista, Nicolas Maduro intenta mantener vivo.Pues en este proceso se ha hecho bastante visible el doble discurso que manejan, ya que hablan de valores socialistas y viven de un sistema capitalista, en medio de toda clases de lujos inimaginables.
Predican la igualdad social, pero la brecha entre las clases es cada vez mas amplia.
hechos como los mencionados doblegan el poder de la palabra, la capacidad de persuasión con que contaba el gobierno y así, cede el poder al contra discurso de la oposición.
Es por esto que los debates públicos son de vital importancia en la formación de los políticos, pero para que estos discursos puedan persuadir deben llegar a las masas y para eso, buenos son los medios de comunicación, que en su obligación de garantizar equilibrio y parcialidad, deben brindar cobertura a los discursos de ambos sectores, cosa que no se ve casi hoy en día.
Hector Araujo 21206878.
Con solo palabras se tiene el poder de dominar o debilitarse ante un adversario. La política muchas veces no utiliza las palabras convenientes y hace que la ciudadanía pierda el respeto sobre ellos.
ResponderEliminarEn la política se utilizan diferentes tipos de palabras para definir a un grupo que se opone a otro. Haciendo que en vez de política se transforme en discusión, provocando que una parte de la población se reste a otra o se aluda una ruptura sin reconciliación
un individuo que ejerza un cargo publico en la política debe tener mucho cuidado en hacer un discurso verdadero de lo contario no podrán ejercer hegemonía en la política de un determinado país
en Venezuela el discurso político ya no tiene credibilidad, primero porque es muy repetitivo y segundo porque dice tantas cosas incoherentes que el mismo se ha encargado de que se divulgue el mal uso del lenguaje que se tiene generando criticas y contrariedades del mismo
la palabra “revolución” impuesta por Fidel y Chavez. hoy dia no se puede decir que ellos sean portadores de esta palabra ya que los mismos se han encargado con sus acciones de pisotearla
actualmente esta palabra tiene sentido solo por el hecho de que existe una oposición que se opone a ella y estos la utilizan como medio para mantenerse en el poder no con la política sino con la fuerzas de las armas que es el mejor medios que ellos utilizan para mantenerse
en Venezuela actualmente no le importa si el gobierno es revolucionario o no lo único que importa es que es incapaz de resolver los problemas que afectan la sociedad debido a la experiencia que se tiene en el dia a dia
las palabras correctas en una organización política harán que esta mantenga una credibilidad y sobre todo un discurso que no genere conta-discursos manteniendo así la libre pluralidad política.
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ResponderEliminarLa realidad es una construcción gramatical, primera regla de la semántica, Obedeciendo a ello se puede decir que nuestra realidad está construida bajo el concepto de "Gobierno incapaz" expresión que efectivamente no sectoriza sino que en cierto sentido incluye. Pero la realidad también es cambiante, es decir que un significante no siempre gozara de hegemonía, por lo cual la construcción gramatical que estructura la realidad tarde o temprano ha de cambiar, y así un nuevo moviente político nos presentara sus armas gramaticales.
ResponderEliminarLo cierto es que cada Político buscara usar asertivamente las palabras a su favor, pero quienes les escuchamos y tratamos de discernir no solo aquello que dicen sino -lo que se encuentra entre líneas- tenemos el poder de decidir añadir dichos conceptos errados o verdaderos a nuestras estructuras mentales así derrocar o levantar la hegemonía, es por ello que se hace necesario usar -oídos pensantes- que establezcan un correcto sentido crítico reflexivo frente las armas de la política que son las palabras, siempre es bueno recordar que la palabra estructura el pensamiento por tanto somos de alguna manera una construcción gramatical conformada por infinidad de conceptos que se expresan a través de palabras y hechos.
Un significante no siempre adquiere el mismo significado para todos, pero no todos los significados son asertivos, se necesita someter nuestros conceptos bajo ciertos parámetros para entonces idéntica lo que es real, pero ¿qué es real?, a esto se puede decir que el hombre necio siempre será sabio bajo su propio concepto, y creerá tener los significantes correctos, mas el entendido examinará su construcción gramatical.
El uso de la palabra siempre sera foco de observación y mas si es en el ámbito político, el cual gracias a este gobierno se utiliza de forma errónea (la palabra) desde hace mucho tiempo. su objetivo es el de separar al país dividiéndonos en bandos y no debería ser así. Desde la Antigua Grecia el buen uso de la Palabra era de los sabios y todavía sigue siendo así solo que se puede confundir con que el que mas habla es el que mas sabe y no es asi "el sabio no dice lo que sabe, y el ignorante no sabe lo que dice". Vivimos con un discurso sin bases el cual gracias a la ignorancia de un pueblo se lo comen, y pareciese que les lavaran el cerebro. De una cosa se puede decir dos enunciados lo bueno de ello y lo malo, asi que todo queda a la interpretación de la ciudadanía y si esta no tiene educación, se va por la mala elección.
ResponderEliminarPartiendo desde un punto de vista plano y sin directrices, las palabras desde el principio han dado un amplio abanico de posibilidades para discusión e interpretación de las mismas. Los gobiernos en cualquier parte del mundo, usan la palabra con el fin unico de hacer posible la llegada del mensaje que mejor los deje ver, para asi, envolver a una determinada cantidad de seguidores que a su vez, debe tener un numero considerable para hacerse o mantenerse en el poder. Pero la palabra en si, puede ser un arma de doble filo para quienes no saben manejarla, por eso el concepto de hegemonía entra en vigor cuando la palabra en sí no es suficiente para promover un concepto de gobierno, provenga de las condiciones que sea.
ResponderEliminarMucho se ha de tocar o hablar si la política y la guerra hemos de mencionar. La guerra se trata de prevenir y la política trata de dialogar pero, ambas tienen como finalidad si no se llega a un mutuo acuerdo, la terrible crueldad de arremeter verbal e injustamente con vidas que signifiquen peligro para el que está en la cuerda floja. En ambos casos se requiere de distintas formas de chocas actitudes entre adversarios, sin embargo no solo tienen en común eso, también las palabras forman un papel bastante importante en dicha tentativa. Sin embargo si hablamos de lenguaje ingenioso, la justo y lo correcto se convierten en necesidad por encima de la verdad y la honestidad, se busca la solución más rápida o temporal más no la que debería estar asociada a largo plazo. Se busca contrarestar de acuerdo a la amaneza existente para medirse mediante "palabras" y poder demostrar razón de algo, mediante distintos prejuicios. Que busca sacar a la luz la mejor idelización para forjar una sociedad mediante ella y poder tener más fuerza de influencia y es por eso que sale a flote el denominado dicho "la realidad es una construcción gramátical" de lo contrario es simple casualidad de un intento de honestidad que a largo plazo se convertirá en beneficio para su permanencia.
ResponderEliminarEn otro punto de vista políticamente hablando existen distintos ideales para llegar a tener la razón como es el ejemplo de tan afanadas y famosas palabras como lo son: independentistas, separatistas y escisionistas, las cuales se diferencian de acuerdo a su gramática pero, a su vez tienen bastante en común; dichos términos comunmente escuchados en Europa donde tratan de imponerse a su forma en contra la adversidad.
Existen distintas interrogantes que utiliza la polítia para abarcar campo y poder marcar diferente en su influencia como es el tema de la emigración, sin embargo dicho problema es de distinta índole. Hablando de lo contrario como lo son las invasiones se puede tomar como parte negativa, utilizada para influenciar más a su vez y dar un punto de vista crítico con beneficios nuevamente contra la adversidad y por otro lado el tema de dar asilos a personas fuera de la región, el cual es todo a beneficio de manipular ideales mediante buenos actos que a largo plazo solo funcionarian como un bien social enmascarado para un bien individual en donde no siempre se impone la verdad.
Las palabras son las armas de la política.- Analizando este juicio, surgen algunos cuestionamientos en torno al lenguaje y la Venezuela de hoy, la cual dista mucho en contexto a la Venezuela donde nací y crecí, pero me enfocaré, sólo, en plantear lo siguiente: sí las palabras son las armas de la política, en la política actual venezolana, el lenguaje utilizado no es testimonio de un recio amor por la lengua, al contrario es un uso nauseabundo y sátiro que nos avergüenza, por cuanto la sublimidad de la palabra es ajena e impropia a los políticos de turno. Mi pregunta clave en este artículo es: ¿Cómo caracterizar el discurso (nauseabundo y sátiro) de la política venezolana? Basada en las reiteradas y casi diarias alocuciones o cadena de radio y televisión presidenciales, resulta que el primer mandatario utiliza un lenguaje caracterizado por ser impropio, descontextualizado de la realidad y por si fuera poco ilustrando una ignorancia lingüística de incalculable tamaño, o como en lo particular defino como payasada lingüística, por cuanto ya se hace de manera reiterada, consciente y adrede, tal es el caso de los liceos y las liceas o los madrinos y las madrinas, u otro cantidad de mamarrachadas ante los cuales los secuaces ríen, cual espectáculo de circo pobre.
ResponderEliminarLa política está construyendo hechos por medio de un lenguaje soez, transgresor y anárquico, construyendo imágenes que son producto de la preñada ficción del dictador y sus secuaces. Emergiendo una realidad paralela que no concuerda con la cotidianidad del venezolano.
Aunado al aspecto anterior, surge como característica propia de este lenguaje político actual, la utilización de un lenguaje bélico o militar.
ResponderEliminarA través, del uso de palabras propias del léxico militar se identifican una serie de factores, como causantes de los muchos problemas económicos y sociales que afectan al venezolano, un ejemplo palpable, es la denominada guerra económica, que esta demás subrayar su significación. Sin embargo es preciso enmarcar, que este discurso ha sido creado para distrae la atención social y de este modo mantener en anonimia las verdaderas causas o para ser más especifico, las erradas políticas que se planifican, programan y desarrollan con el fin de palear momentáneamente los problemas.
Al mismo tiempo, presentar al líder político, como una triste víctima más, de factores externos que conspiran en contra del modelo político económico instaurado y satanizar a enemigos inexistentes. Todo esto, son oxigenantes para sostener las bases corroídas del referido régimen, que ha perdido su poder de convocatoria y la simpatía de la mal llamada marea roja.
En otros términos, la política actual venezolana condiciona hechos, que de manera significativa están deteriorando la imagen y la idiosincrasia del venezolano.
Los característica mencionadas con anterioridad galopan enlazadas con un discurso hueco vacio sin poder de convocatoria, el cual perdió la afectividad de la marea roja, por cuanto se degenero en una política insípida y desencaminada que acude al paroxismo de la imagen del portador inicial de la revolución del siglo XXI, quien planteo, al inicio, una política atractiva y de esa manera utilizar el discurso del difunto y la palabra como instrumento para someter al ciudadano y restringir su campo de pensamiento y su capacidad de cuestionamiento (Pérez Lo Presti, 2015: 149).
Lo que importa observar ahora, conforme al planteamiento del autor, cuando enfatiza: “la terminología que al final se impondrá nos dirá de modo preciso cuales son los sectores o grupos políticos que ejercen hegemonía en la política de un determinado país”, de todo lo anterior se desprende, que es un grupo de militares privilegiados (porque no son todos) quienes están enmarcando las riendas del civil que gobierna.
Otro aspecto resaltado por el autor es que “si el discurso de regímenes no democráticos pierde su credibilidad (hegemonía) nos encontramos frente a una profunda crisis de legitimidad de esos regímenes.” En este particular me detengo para puntualizar que no podemos mutilar a quien adolece de sus 4 extremidades. Con lo que quiero ilustrar que el régimen que ocupa mi atención en este texto no puede tener una crisis de legitimidad, por cuanto, desde su promulgación carece de legitimidad que solo se otorga, strictu sensu, a quien para ser electo Presidente de la República cumple con todos y cada uno de los requerimientos y preceptos constitucionales. En lo que quiero significar, que un personaje que no ha comprobado su verdadera nacionalidad, y en consecuencia su legitimidad está en tela de juicio.
Frente a todo lo planteado, no queda sino apagar el televisor o la radio al momento de la cadena, para no escuchar tanta barbarie lingüística en boca de una sola persona, porque loro viejo no aprende hablar y el vago del palacio no tiene esmero por aprender.
La política es como la hipnosis, el que hipnotiza jamás revelara sus verdaderos propósitos, el hipnotizado solo es una persona de plastilina que se puede moldear, de alguna manera convierte a un cerebro incapaz de razonar, de oír, de ver y sentir, todo depende del tiempo que dura la etapa hipnótica y de sustancia de la plastilina de que está hecha una persona, el fin verdadero de la política es construir una sociedad, en donde todos sus habitantes disfruten de una vida plena y segura para ellos y para sus futuras generaciones, pero como siempre existen personas se introducen en el tema de la política para alcanzar una gran riqueza, para otros es una forma de apoderarse de las personas y dar comienzo para conquistar otros territorios, otros simplemente la convierten para ser adorados como reyes.
ResponderEliminarEs difícil que una persona que desee buenos acciones para la sociedad introdujendose a la política, en ese camino se ira amoldando poco a poco, según los intereses de sus maestros y de los propios, crear una sociedad perfecta, solo es un espejismo, todos los ven pero nadie lo construirá, actualmente la sociedad está exigiendo mas y mas cosas, lo que produce una enorme extracción de recursos naturales, para ello se requiere una enorme cantidad de industrias, que solo están provocando la destrucción del medio ambiente y de las especies animales que dan vida en ella, la política no solo debe corresponder a las necesidades de los seres humanos, también debe preocuparse de todo el ambiente que los rodea, si no somos capaces de ver más allá de nuestros propios intereses jamás nos preocuparemos por la vida de los animales.
La política para mi opinión es como la religión, nos imponen solo lo que debemos saber y conocer, pero no nos deja pensar más allá; la política es una excelente forma para realizar críticas, el que la crítica y tiene el apoyo de la mayoría de las personas estará más cerca de ese espejismo utópico, pero el que critica y moldea a esas personas en su manera de pensar es sin duda es solo un espejismo.
Las palabras no solo son una manera para moldear, los hechos también moldearan a las personas.
Es Discriminante saber cómo un poder político ha dividido a nuestra Venezuela, dónde la vida cotidiana de muchas persona ahora es resolver el pan de cada día, algo injusto para muchos porque es triste saber que muchas personas no tienen como hacerlo; un político solo busca llegar al pueblo a gobernarlo pero más que eso buscan es dinero apropiándose del dinero de los pobres, juran ayudar a la gente para así comprar el voto de cada uno de ellos por eso si vamos a elegir deberíamos hacerlo desde el corazón no elijan porque te va ayudar o solo por dinero pensemos en nuestro futuro Venezuela tiene que ser un País de Paz y no de Guerras.
ResponderEliminarA mi en particular no me llama la atención la política, me parece que en Venezuela lamentablemente esto se ha vuelto lo mas importante, si ocurre algo malo por culpa del gobierno, si ocurre algo bueno gracias al gobierno; las colas se han vuelto rutina, me parece que no es culpable el gobierno de esto, muchas veces observo como las colas crecen desde el día anterior, parece absurdo como la escasees crecen pero solo en personas pobres, la gente con recurso monetario es sobrante de productos por los que otras personas sufren para encontrar, aunque si, el país esta cada vez peor y la economía esta fatal antes de cambiar al gobierno podemos empezar por cambiar nuestro comportamiento, para mi todo político es corrupto y llegue quien llegue Venezuela no cambiara si no cambiamos nosotros, lamentablemente actualmente parece que hubieran dos países, un buen poder no funciona sin unión y en eso si es culpable el gobierno, al escuchar al presidente me doy cuenta de lo mal que trata a su oposición sin darse cuenta que a esa oposición el también la gobierna y es responsable de eso, a diferencia de los candidatos opositores que al referirse al gobierno los llama por lo que son, 'gobernantes' 'presidentes', han demostrado respeto, y es lo que se necesita para tener un mejor país, habrá que esperar a ver que sucede pero ojala esto cambie y todo sea para mejor
ResponderEliminarManuel Fernández C.I 26.285.636
Realmente la política es el tema de conversación de mucha gente, ya se ah vuelto costumbre pero poco a poco nos damos cuenta que por andar pendiente de la política o llevando tramites que nos nos incumbe , pues olvidamos la vida y lo que pasa día a día en nuestros país.
ResponderEliminarYa que todos nos acostumbramos en hacer colas, por la escases de los productos, el alto costo de la vida ,y los precios increíblemente altos, el sueldo que ya no alcanza y gran parte de esto también lo tiene el gobierno que viven en un tire y encoje que se dedica a echarle culpa a unos y a otros y no se dedican a ver la realidad de lo que vivimos.
Ojala y hubiera una persona que pudiese tener la conciencia y la sabiduría para que podamos salir adelante y tener una VENEZUELA MEJOR. Jhineska Trejo
Si se hiciera el buen uso de una hegemonía, se podría catalogar un buen uso de la política. Actualmente todos los entes no son políticos, en realidad es politiquería lo que practican. Hay un abuso de poder muy notorio y solo hay beneficios para lo que están alrededor del gobierno, los que popularmente se les mencionan como enchufados.
ResponderEliminarSi se practicara la política, se vería el buen funcionamiento de los entes sociales, habría un equilibrio en las clases sociales, y todos seriamos tratados por igual. El hecho de pertenecer a un partido político o mejor dicho a una universidad autónoma, no debería quitarte los derechos que como venezolanos adquirimos desde el primer momento que formamos parte de esta nación. Hoy en día todo ha sido etiquetado, si no eres participe del gobierno no tienes derecho a lo que según ellos “regalan” a la sociedad, que en realidad no es un regalo porque con el simple hecho de ser venezolanos ya eso es parte de los beneficios que tengo.
En fin cuando todos aprendamos hacer un buen uso de las palabras y sobre todo de la política todos los que nos rigen cambiaran.
Las palabras en la política poseen un papel fundamental donde el gobernante se debe desenvolver de una forma clara y concisa (este no es el caso de maduro). De esa forma, el discurso de un gobernante tiene que ser con autoridad, pero una autoridad donde se manifieste el progreso de un país tan rico como Venezuela, donde no pareciera que este es el caso por la pobreza mental de las personas que están acostumbradas a que le regalen las cosas.
ResponderEliminarciertamente la política siempre ha sido un juego de palabras, en el cual se busca con un discurso generar tanto identificación con el discurso propio como odio contra el de el oponente
ResponderEliminarEs lo que pasa, por ejemplo, cuando un comediante habla de su experiencias personales frente a varias personas, las personas que mas se ríen y disfrutan la charla son aquellas que han pasado por una situación similar
al igual que pasaba en Alemania cuando hitler llegó a la presidencia, su discurso caló tanto en las personas debido a que hitler supo identificar el resentimiento social que había en el aleman desde la 1era guerra mundial y lo utilizo para crear su discurso
por eso es importante saber interpretar todas y cada una de las palabras dichas por las personas al hablarnos, por que al hacerlo sabremos claramente que esta buscando el emisor y podremos, con pensamiento critico, crear una opinión mas objetiva