Mi Hija: La Dra. Annabelle.
LA FISIATRA
Nació en Barquisimeto, Estado Lara, en
mayo de 1971. Sus apellidos Pérez Lo Presti.
Se dio una circunstancia extraordinaria
que me hizo imposible estar presente durante el arribo de mi hija a este mundo.
El médico que asistía el embarazo de mi esposa estimaba que el parto sería
entre finales de abril y los dos primeros días de mayo de 1971, paralelamente a
esa apreciación; en mi condición de Profesor Ordinario de la Escuela de
Ingeniería Forestal de la Universidad de Los Andes estaba incluido entre los
próximos becarios, con la aprobación formal en las respectivas unidades
académicas. En concordancia con esta decisión, se adelantaron gestiones de
programación institucional que significaba viajar al extranjero, primero
concretamente a la ciudad de Buffalo para realizar el curso de inglés previo a
la iniciación de estudios conducentes a la obtención de la Maestría en Anatomía
e Identificación de Maderas, los cuales se cursarían en el University College
of New York en Syracuse, ambas ciudades en el Estado de Nueva York.
U.S.A. Analizada la situación, mi esposa María siempre generosa,
comprensiva y condescendiente y la familia de mi esposa siempre dispuesta a
solventar las dificultades y apoyar lo que significase progreso en función
del mejor futuro para la familia, aun reconociendo la complejidad de la
materia, acogieron por unanimidad mi viaje aprobado por la Institución
Universitaria. Y así se hizo. Mi esposa María quedó acompañada de su familia, y
ésta le dio todo el apoyo y asistencia, personal, espiritual, económico. Todo
marchó bien, aun con las preocupaciones, incertidumbres y nostalgia naturales e
inevitables, que todo esto generaba. El 10 de mayo de 1971 fue un día
grande e inolvidable. Nació una criaturita, perfilada, delgada y saludable,
quien tendría por nombre Annabelle (así lo habíamos acordado previamente).
Inmediatamente recibí la grata y emotiva noticia que como un bálsamo milagroso
hizo desaparecer de inmediato la nostalgia y melancolía que me embargaba. A los
cinco meses de haber nacido, mi hija Annabelle, su madre María, su hermano
Valentín y yo ya estábamos reunidos y conversando en Syracuse. La adaptación de
los dos hijos y María tomó poco tiempo, la niña creció rápidamente, le
agradaban las compotas de frutas y las de hortalizas y verduras, era muy
despierta y ágil. Después, María ya más familiarizada con el medio y con
orientación y estímulos oportunos de algunas amistades y vecinos, tomó, se
inscribió y aprobó algunos cursos en la Universidad y logró trabajar por un
tiempo en una biblioteca. Transcurrió el tiempo, terminado el postgrado y
habiendo obtenido la Maestría en el Colegio Forestal de la
Universidad Estatal de Nueva York en Syracuse, regresamos a Venezuela, solicité
y fue aprobada mi incorporación a la Facultad.
Reseñadas estas vivencias, entro
seguidamente al tema principal referido a rasgos de la personalidad, formación
intelectual, educativa y profesional de mi hija Annabelle. Respecto a su forma de
ser, pienso, en esta etapa de mi vida (78 años), uno tiene una mirada
retrospectiva de la vida más amplia, y cuando se trata de lo femenino, no
obstante que esa hija sea recatada, respetuosa, bien formada y moderada, tanto
el padre como la madre solíamos actuar como espontáneos seguidores y
vigilantes coadyuvantes de la hija, especialmente su madre con sus interrogantes
y confianza: ¿Con quién andas, quienes son sus padres, qué hacen, cómo andas
vestida, quién ese joven, qué hace?, etc. Y en mi caso, Annabelle
afortunadamente me facilitó esa tarea ya que siendo niñita era “muy
pegajosa” conmigo; en otras palabras, bastaba que yo anunciara que iba a salir,
para ella inmediatamente dijera:
“¡¡Voy contigo!!”
Entre los rasgos fundamentales que caracterizan su personalidad resaltan: Amorosa, cariñosa, generosa, voluntariosa, trabajadora, capaz, compenetrada con su familia, diplomática, aunque a veces no rehúye la discusión, persistente en sus metas, pero a veces puede ser recomendable disminuir cierta dosis de tozudez, con mucha habilidad para materia artística y manualidades: Toca cuatro, piano, pinta cuadros, actúa en obras de teatro. Le agrada participar en actividades artísticas. Su versatilidad es tal que ha actuado en teatro en San Juan de Los Morros y realizado actividades científicas en Trujillo, presentando sus trabajos de investigación.
Termino, con una chanza ligera: Me
siento muy orgulloso de mis tres hijos y me impresiona mucho el dominio
extraordinario en sus “programaciones digitales”; cada uno de mis tres hijos
tuvo dos hijos cada uno (nietos míos), distribuidos así: El Psiquiatra
tuvo dos hijas, La Fisiatra tuvo dos hijos y El Internista un hijo y una hija.
¡A Dios, gracias!
que bello , lo certifico.... una gran amiga. Dios siempre me la bendiga.
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